Se está muriendo el ganado flaco que sobrevivió a las inundaciones que hace algunos meses azotó a Beni y que mermó alrededor de medio millón de reses. El panorama de desastre ha empeorado. Si antes había solo agua, ahora los campos tienen agua y barro. Si antes el ganado estaba gordo, ahora está flaco. Y para rematar, en las zonas altas, donde primero se seca, los pastos no son buenos y tampoco proveen los nutrientes que requiere el animal para su dieta.
Mario Hurtado, presidente de la Federación de Ganaderos de Beni y Pando (Fegabeni), informó que sigue la mortandad y hasta el momento “el gobierno departamental y tampoco el nacional hacen algo para salvar esta situación”.
Al drama de ver que el ganado muere porque no tiene qué comer, se agrava el hecho de que los caminos están intransitables, y por mucho interés que se tenga de sacar los ejemplares flacos para salvarlos, no se puede.
Hurtado comentó que sostuvo reuniones con el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, con el vicepresidente del Estado plurinacional y con el gobernador y hasta el momento no se ha hecho nada.
Los ganaderos de Beni y Pando han solicitado al Gobierno la canalización de $us 100 millones, y de ese monto ni un solo centavo se ha desembolsado. “Creemos que no sirve de nada solicitar si van pasando los meses y no llega el dinero a los que deben seguir trabajando”, añadió.
El ganadero de Moxos, Eulogio Cujui Yonima, se quejó porque el Gobierno prometió créditos, pero no da las condiciones para obtenerlos, “ya que no aceptan nuestros predios y se pide como garantía los inmuebles urbanos, y eso no tenemos. Estamos en aguda crisis, no se cumple la promesa de ayudar a repoblar el ganado, que sigue muriendo cada día porque está flaco”
No hay alimento para el ganado y los caminos están en mal estado
El sector ganadero boliviano venía registrando un crecimiento sostenido de más de 2% hasta el año pasado, hecho que llegó a generar expectativa para lograr una mejor genética, sanidad y apuntalar la posibilidad de exportar carne a mercados externos. Todo esto quedó en ilusión, porque la realidad es que la ganadería está atravesando dramáticos momentos. Y para rematar, ahora que el país está libre de aftosa con vacunación, se ha restringido la exportación.
Las reses se enflaquecen más porque en los campos no hay alimento y tampoco se puede ingresar para llevarle comida, debido a las malas condiciones de los caminos.
En Beni hay más de 29.000 ganaderos agrupados en 29 asociaciones, 28 pertenecen a esa región y uno a Pando. De estos,el 94% son productores medianos y pequeños que se consideran de bajos ingresos. Solo el 6% es parte de los llamados grandes, pero, al igual que los demás, están pasando por contratiempos con las entidades financieras
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