Actualmente, los mercados internacionales están comprando la lana de alpaca a más de 400 dólares el kilogramo. Las lanas o fibras de alpaca y vicuña, hoy en día, son consideradas como las de mayor calidad de todo el mundo por su extrema finura y suavidad. Esto representa una gran oportunidad para el país, ya que Bolivia cuenta con el 36% de todos los camélidos sudamericanos del mundo. Especialmente, si se logra unir la excelente producción de lana de camélidos de Bolivia con el talento de diseñadoras internacionales bolivianas, como Deysi Wende, Beatriz Canedo Patiño, Liliana Castellanos y muchas otras y otros. Además, se debe contar con el financiamiento y coordinación de las diferentes instancias de gobierno y del sector privado. Esto lograría darle a esta producción mayor valor agregado, puesto que estas diseñadoras vienen vendiendo sus prendas de alpaca y vicuña a más de 600 y 1.000 dólares la unidad en más de 30 países alrededor del mundo.
Por otro lado, la demanda de carne de llama se encuentra en aumento, especialmente debido a la difusión de sus beneficios, puesto que esta carne tiene menor contenido de grasa que la carne de vaca, oveja, cerdo o pollo. Sin embargo, al igual que existía con la carne vacuna en el país, existe la prohibición internacional de exportarla hasta que se erradique la fiebre aftosa y enfermedades parasitarias, principalmente, la Sarcocystiosis que llena de quistes la carne y tiene una prevalencia de hasta el 80% en la mayoría de las zonas de producción; en lo cual, se están haciendo moderados avances, sin que aún se logre la certificación internacional.
Según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas de Bolivia – INE y de la FAO de las Naciones Unidas, Bolivia y Perú tienen casi el 90% de todos los camélidos sudamericanos que existen en el mundo, que son la llama, la alpaca, la vicuña y el guanaco; además de los cruces entre estas especies. El país cuenta con 3 millones de cabezas y Perú tiene 4,3 millones. Bolivia es el primer productor de llamas y el Perú es el primer productor de alpacas.
Por otro lado, El país cuenta con extensos territorios ideales para esta crianza. Existen extensas planicies, como la de Ulla Ulla, que se encuentran prácticamente desoladas y donde viven comunidades que están ancestralmente acostumbradas a trabajar con estas especies; por supuesto, lo que les falta es capital, asistencia técnica y un sistema de producción y marketing de nivel mundial.
Todo esto demuestra que con esta riqueza y potencial, Bolivia podría convertirse en el primer productor mundial de camélidos. No nos falta mucho para lograrlo, actualmente Bolivia tiene el 36% de todos los camélidos sudamericanos del mundo. Esto unido a una coordinación y a un financiamiento gubernamental y privado, podría resultar en una inversión muy lucrativa. Por supuesto, no se trata de “ganarle” al hermano país del Perú, sino se trata de que nosotros logremos aprovechar esta gran oportunidad.
*Licenciado en Administración de Organizaciones, Gerente General de la Editorial Riquezas SRL
www.editorialriquezas.com Co-Autor de la Enciclopedia Bolivia Agropecuaria y de los 7 libros de la Colección “Bolivia Agropecuaria”.
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