Al conseguir el estatus sanitario de país libre de aftosa con vacunación de manos de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE, por sus siglas en inglés) -en mayo del presente año-, el sueño de Bolivia se hace realidad y empieza a dar sus primeros pasos para pasar de ser importador a exportador de alta genética bovina.
La mejor noticia que recibió esta gestión el sector ganadero cruceño y nacional fue sin duda que el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) logró sellar los protocolos sanitarios con su par de Paraguay para exportar reses vivas, semen congelado y embriones.
Está en camino el mismo ejercicio con las autoridades sanitarias de Brasil, Perú y Ecuador. Son los primeros frutos del esfuerzo privado con apoyo público de erradicar la aftosa para abrir nuevas opciones de exportación.
Cabe recordar que desde mayo la OIE incorporó a Bolivia en la lista de países miembros libres de aftosa con vacunación. En ese momento -antes de la mortandad de reses en Beni por efectos climatológicos-, la población ganadera certificada era de 8.362.301.
Las zonas ganaderas denominadas Amazonas, Chaco, Chiquitania, Valles y parte del altiplano cerraron el circuito para que todo el país tenga el estatus sanitario privilegiado.
Lo dos temas de fondo que hay que cuidar son: hacer sostenible el estatus sanitario y ser realmente competitivos en las gestiones para abrir opciones reales de mercado.
En lo interno hay tareas que cumplir como el de lograr que entren en sintonía las normativas forestales con el ímpetu emprendedor del sector ganadero
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