“Fue como un puñal por la espalda. De golpe llegó el agua a la hacienda y no dio tiempo de nada. Hace 15 días que lucho con el agua, de sol a sol, para salvar las 600 reses que son parte de mi patrimonio y que todavía se las debo a un amigo que, con un apretón de mano y sin garantía, me las dio para que no abandone la actividad pecuaria”, relató Ivar Loras, propietario de la hacienda Sumucal.
Loras recordó que arrastra una deuda de $us 40.000 y que con la pérdida de ganado de este año su economía se desangrará.
Otros ganaderos y administradores de haciendas que prefirieron no ser identificados indicaron que hay miles de reses flotando en el agua, sobre todo en Santa Ana del Yacuma y San Ignacio de Moxos. Dieron cuenta de que el índice de mortalidad del ganado menor es alto y que hay productores que han perdido hasta 1.000 cabezas de ganado. “La mayoría de las propiedades tienen agua a la altura del techo y están destrozadas”, dijo un arreador.
En el tramo entre Trinidad y Puerto Varador la presencia de ganado en las bermas de la carretera se tornó normal en los últimos días. El paisaje choca con el estado de los animales. La mayoría débil, flaco y con las pezuñas lastimadas por el trajín en los pontones.
La desesperación por salvar el ganado lleva a los ganaderos a inyectarle vitamina y darle agua en botellas plásticas para reanimarlo, sobre todo, a los animales que se desvanecen durante la movilización a zonas altas.
Efectos del evento
El resumen de pérdida animal y daños económicos, hasta el martes, da cuenta de que han muerto 108.000 bovinos, que representan un perjuicio económico que supera los $us 55 millones. En la cifra global se incluyen las pérdidas por merma de peso de los bovinos, muerte de equinos y especies menores, infraestructura ganadera, rescate y movilización de ganado por vía fluvial y terrestre. El porcentaje global de animales muertos representa casi un 3% del hato bovino de Beni que ronda los 3,2 millones, mientras que un 50% son animales menores (terneros en destete y novillos) y vacas reproductoras. Justamente este último indicador es el que más preocupa al sector pecuario.
A juicio del titular de Fegabeni, Mario Hurtado, la producción bovina de 2016 y 2017 está comprometida por la muerte de un gran número de terneros, de matrices y vacas que han abortado por la debilidad que presentan. Hizo notar que las inundaciones han cortado el ciclo natural reproductivo y repoblar el hato llevará al menos dos años
En detalle
Aumenta precio de los fletes
Antes de las inundaciones el transporte en barcaza de un animal costaba Bs 25, ahora su valor es de Bs 70.
Otras cifras del tema
Según datos del Senasag, hasta el martes tienen registrada la muerte de 58.586 bovinos, un 2% de la población ganadera de Beni.
Oferta del Carne de Res
Hurtado indicó que la venta y el precio del alimento no debería incrementarse debido a que su provisión esta garantizada.
Trabajo coordinado
Fegabeni junto al Senasag están distribuyendo 519 toneladas de bagazo hidrolizado y heno en rollo que fue comprado por el Gobierno.
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