Tres dirigentes de la Federación Departamental de Carniceros de La Paz (Fedecar) denuncian que existe contrabando de ganado de primera calidad hacia Perú, lo que incrementa el precio de las vacas para el mercado de La Paz y El Alto.
"El contrabando nos está cerrando los bolsillos. No podemos competir con los peruanos, ellos ofrecen mucho dinero a los comunarios, se llevan las vacas gordas y las de segunda o tercera calidad incrementan el precio”, aseveró un carnicero.
La mayoría de las vacas son compradas en la feria de la comunidad de Lahuachaca o Patacamaya y llevadas a corrales de acopio ubicados en comunidades fronterizas con Perú, como Jiwacuta o Nazacara, de la provincia Pacajes, donde los comunarios alquilan sus casas para guardar vacas y luego entregarlas a los contrabandistas.
Los transportistas pasan las trancas cargados de ganado con el pretexto de que serán alimentados y faenados en Guaqui. "¿Cómo tantas cabezas para una población tan pequeña?”, se preguntan los matarifes.
Cuando la Policía los detiene en el camino, los contrabandistas presentan la guía de movimiento otorgado por Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y pasan sin problema, comenta el dirigente.
El encargado de registro y certificación zoosanitario del Senasag, Robert Gonzales, aseguró que con la guía de movimiento que se otorga a los transportistas el traslado de animales vivos a otros países es casi imposible.
Por ello, dice, el anterior año no se registró ninguna solicitud de permiso de exportación de animales, por ejemplo, y "nadie presentó ninguna denuncia oficialmente de contrabando”, afirmó Gonzales.
Según otro de los dirigentes, los traficantes sobornan a los efectivos de la Policía Fronteriza con montos que van de acuerdo a la cantidad de ganado que transportan. "Años atrás, los contrabandistas se movilizaban en la noche y por desvíos”, uno de los más utilizados, según este matarife era el que partía de la comunidad de Tambo Quemado, pasaba por la localidad de Santiago de Callapa y salía hacia Charaña para cruzar al Perú.
"Transitaban de noche por esa ruta hasta llegar al Perú. Actualmente manejan por las carreteras y pagan a comunarios para que sean sus espías. De paso les dan dos cajas de cerveza y están tomando en Senkata”, afirma.
El 2008 hubo un enfrentamiento en la comunidad de Lahuachaca entre los intermediarios que llevan las vacas al Perú y los carniceros de la federación, esto por la escasez de ganado de primera calidad en las ciudades de La Paz y El Alto.
"Mucho estaba afectando el contrabando, ya no había ganado gordo para La Paz. Se advirtió a los intermediarios, pero no hicieron caso”, recuerda uno de los carniceros.
Es así que más de 200 matarifes participaron del enfrentamiento, en el que rescataron 16 cabezas de ganado que fueron entregadas a la Alcaldía.
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