Son las 3:00 del domingo 9 de febrero. La lluvia cae y entre la neblina se distingue el parpadeo de las luces de una vagoneta lujosa en el sector de la Pérez Velasco. El dueño es uno de los dirigentes de la Federación Departamental de Carniceros de La Paz (Fedecar) que viaja cada fin de semana a la feria de ganado en la comunidad Lahuachaca, ubicada a 180 kilómetros de La Paz.
El hombre de apariencia fornida, voz aguda y grandes manos se prepara para un viaje ya rutinario de compra de ganado. En el camino se unen otros dos matarifes con el mismo objetivo.
Se asciende a la ciudad de El Alto por la avenida Kollasuyo en medio de un intenso frío. Los dos policías que recorren el sector son saludados de forma amistosa por los carniceros.
La charla gira en torno a su ocupación y los últimos acontecimientos del gremio, pero prefieren mantener prudencia frente a los periodistas de Página Siete, así que varían la conversación entre aymara y castellano.
"Su botiquín”, exige un efectivo policial de la tranca de Achica Arriba. "He hecho lavar mi auto y me han robado”, le comenta el conductor mientras le da una moneda de dos bolivianos a la autoridad. El viaje continúa.
Cada uno de ellos comprará de siete a 15 vacas y el valor de cada uno de esos animales fluctúa entre 5.000 y 9.000 bolivianos. El monto total que los matarifes llevaban ese día bordeaba los 105 mil bolivianos en efectivo. Esa era la razón por la que resguardaban sus bolsillos a cada minuto durante todo el trayecto y ante cualquier movimiento o luz irregular en la carretera se detenían a vigilar y ver de qué se trataba.
Cesa la suave lluvia que acompañó a los viajeros durante los primeros kilómetros y aún en la oscuridad se oye uno que otro ladrido al pasar por las comunidades. "Varias veces nos han asaltado”, explica uno de ellos.
"Por eso nosotros tenemos nuestros guardaespaldas, son los choferes de los camiones que llevan el ganado”, dice su compañero mientras saluda a un conductor con un bocinazo.
Tras dos horas y media de viaje, en un camino con desvíos habilitados debido a la construcción de la doble vía La Paz - Oruro, por recomendación de los matarifes el fotógrafo y la periodista de este medio descienden del vehículo varios kilómetros antes de llegar a la comunidad Lahuachaca, para evitar malos entendidos.
Feria de ganado
El viento frío y el polvo del altiplano acompañan la caminata hacia el pueblo. Al acercarse a la feria el mugido de las vacas se hace cada vez más fuerte, al igual que el hedor a bosta.
La popular exhibición de ganado está ubicada en una pequeña loma y a sus alrededores se observa a más de 50 camiones cargados con los animales que llegan en su mayoría de cinco provincias: Aroma, Inquisivi, Villarroel, Pacajes y Loayza.
Pero también hay vacas de las comunidades de Bolívar, Punata y Quillacollo, del departamento de Cochabamba; Sacaca y Llallagua, de Potosí; Caracollo y Challapata, de Oruro.
En la madrugada, innumerables fajos de billetes circulan entre los carniceros y vendedores . "¿Cuánto?”, le pregunta uno de los carniceros en aymara a un propietario de vacuno, mientras aprieta el muslo del vacuno para calcular el peso.
Después de hacer la compra del ganado se acostumbra ch’allar con dos cajas de cerveza, así que las copas circulan entre los matarifes y vendedores. Otros compran una mesa de ofrenda o ch’alla, cohetillos y alimentan a las vacas con alfalfa.
Al amanecer los comerciantes toman un api caliente con buñuelo. A medida que el sol sale, el ambiente es más ameno, se oye a todo volumen una cumbia peruana y los niños juegan y disfrutan de un batido de bicervecina.
Pasan las horas y los comunarios se agrupan para charlar gratamente, muchas veces se distraen y no se percatan de las peleas entre sus animales.
Ya dan las 11:00 y la gente abandona Lahuachaca después de que las vacas han sido trasladadas con sogas hacia los camiones que las transportarán a diferentes sectores urbanos.
Preven que habrá alza de precios
Para la Federación Departamental de Carniceros de La Paz (Fedecar), los últimos desastres naturales registrados en Beni incrementarán los precios del ganado en la feria de Lahuachaca.
"El 50% de la carne que consume la población de El Alto y La Paz proviene del oriente, por lo tanto, estamos seguros que habrá una escasez del ganado y va a repercutir en la alza de precio”, afirmó uno de los dirigentes que prefirió mantener el anonimato.
Página Siete informó el miércoles que la cantidad de ganado perdido por las lluvias e inundaciones en Beni subió de 40.000 a 84.000 reses muertas.
Ante esta problemática, el viceministro de Desarrollo Rural, Víctor Hugo Vásquez, informó el lunes que las 40.000 cabezas representan el 1,6% de la producción nacional y, por lo tanto, no genera riesgo de desabastecimiento de carne.
Los dirigentes llamarán a un ampliado departamental la siguiente semana para analizar la situación.
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