viernes, 25 de abril de 2014
La caza furtiva diezma la población de vicuñas
La “llama de oro”, como se denomina a la vicuña, está siendo diezmada por los cazadores furtivos en toda la zona del altiplano orureño, particularmente en Belén de Andamarca, donde existe la mayor cantidad de esta especie, alerta un informe distrital.
Los propios habitantes de las zonas donde habitan estos animales denuncian que los cazadores furtivos caminan en motocicletas y cargados de fusiles, y cuando alguien intenta detenerlos recibe fuertes amenazas de muerte. “Hasta nos apuntan con sus fusiles y nada podemos hacer”, contó un comunario de Andamarca que prefirió no dar su nombre.
Un informe del distrito de Andamarca da cuenta de que se encontraron cuerpos desollados de por lo menos un centenar de vicuñas en los últimos meses, accionar que se atribuye a los cazadores furtivos de la región.
El director del Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería (Sedag), Severo Choque, lamentó la situación y explicó que el interés de esas “personas inescrupulosas” está en la fibra que poseen las vicuñas, cuyo costo asciende a 400 dólares el kilo.
La fibra de la vicuña de Oruro es la más fina en el altiplano boliviano, y por ende, muy cotizada en el mercado del exterior, sobre todo en Norteamérica, Argentina y Perú. Uno de los puntos donde se comercializa ilegalmente el pelaje de la vicuña en el país es la ciudad de El Alto, sostuvo Choque. Precisamente esas características hacen que el animal sea una tentación para la caza furtiva.
“En los últimos días supimos extraoficialmente que en Andamarca se han encontrado 15 vicuñas muertas. Al parecer fueron fusiladas y solo desolladas en la mitad de su cuerpo, porque se llevaron la parte de la mecha (pelaje del animal), donde hay abundante fibra”, informó el director del Sedag.
Protección. Agregó que la Gobernación de Oruro está detrás de este ilícito a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Madre Tierra, que administra un proyecto que protege a la vicuña con el apoyo del Ejército, la Policía y las autoridades originarias.
En anteriores días los pobladores de Belén detuvieron a dos jóvenes, quienes ya enfrentan un proceso judicial por caza furtiva. Las autoridades comenzaron una exhaustiva investigación para dar con los otros autores.
De acuerdo con un censo realizado en 2012, la población de vicuñas en el altiplano orureño supera las 115.000 cabezas. Las autoridades planifican un nuevo conteo de estos camélidos. “Hasta la fecha no se sabe la cantidad de bajas que se tiene, sin embargo de zona a zona suman más de medio centenar de vicuñas muertas por los cazadores furtivos”, afirmó Choque.
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