"Ahora descansaremos un poco, ya no estaremos tan cerca ni persiguiendo a llamas y alpacas en el bofedal; el cerco separa nuestros espacios y no permitirá que las llamas de dos estancias se junten”, dijo Berna, una de las beneficiarias con el perímetro construido entre Nazacara, Ch’allahuinto, Caracollo y Laramcota.
El sábado, el embajador de la República Federal de Alemania en Bolivia, Peter Linder, y su esposa, Abeba Bekele-Mamo, visitaron el ayllu Copacati, ubicado en el municipio fronterizo de Charaña, provincia Pacajes, departamento de La Paz. En la oportunidad, inauguraron tres obras financiadas por el Gobierno alemán: un cerco de tres kilómetros, un baño antisárnico y tres corrales para llamas y alpacas, construidos con una inversión de 84.900 bolivianos.
El cerco separa los territorios de las cuatro estancias. Las familias beneficiarias colocaron 500 callapos o palos, en los tres kilómetros que las separa, en los que después instalaron alambre de púas.
Hasta ahora, los dueños de llamas y alpacas, de las cuatro estancias, tenían que caminar casi junto a su ganado para evitar que se mezclaran con otras tropas. Significaba un trabajo muy cansador y arduo en gran parte del día. Con los cercos construidos, ahora hay más calma, pues los dueños sueltan a su ganado y pueden vigilarlo de lejos, dijeron los beneficiarios.
"Nuestra profunda gratitud por la calurosa bienvenida a mí y a mi esposa. Inauguramos las obras con gran orgullo”, afirmó Linder.
Baño antisárnico
"Ahora bañaremos a nuestro ganado cuando tenga sarna (enfermedad causada por diversos parásitos)”, dijo Fermín Apaza, vecino de Caracollo, durante la inauguración del baño antisárnico.
El baño antisárnico tiene dos corrales metálicos, en uno de ellos se junta al ganado y se lo prepara para el baño, y, en el segundo, las llamas y alpacas esperan que se escurran las aguas que tienen insumos veterinarios. El baño es una infraestructura construida con piedras, arena y cemento en una extensión de nueve metros; en la parte central incluye una especie de piscina con dos metros de altura y 80 de ancho. Allí se llena agua con insumos químicos para después bañar al ganado. Esta construcción podrá ser utilizada por las familias de las cuatro estancias señaladas para desparasitar a su ganado.
Hasta ahora, las familias de toda la región fronteriza vacunan a sus llamas y alpacas contra diversos parásitos, pero los químicos ocasionan que la carne sea dura para el consumo. En adelante, con el baño del ganado, la carne será más suave. La inmunización del ganado continuará pero para prevenir otros males que aparecen por el cambio climático, cuenta Berna Tórrez, vecina de Nazacara.
Corrales metálicos
En la estancia Nazacara fueron construidos tres corrales, dos grandes y uno mediano. Cada uno tiene parantes de fierro y están cubiertos por malla olímpica e incluyen sus respectivas puertas.
Hasta ahora, los beneficiarios dejaban a su ganado en corrales precarios y susceptibles de ser derruidos por un empujón lo que ocasionaba que las llamas salieran en horas de la noche en busca de alimentos, y en ese propósito eran víctimas de zorros. Ahora, el ganado es encerrado en los corrales.
Puntos de vista
Julia Pacasi,Sullca Jilacata del ayllu Copacati
El ganado no sabe de fronteras
"Todos quieren tener cerco en sus territorios. Quisiera que también nos colabore para que todas las estancias puedan tener cercos, además de corrales. En la frontera estamos olvidados y más bien que ahora se acuerdan las autoridades. Quisiéramos que nos doten de corrales, alambrados por estancias, para que no nos cansemos en el pastoreo, atajando el ganado de un lado a otro; el ganado no entiende lo que son las fronteras entre las estancias, siempre se mezclan y a veces son causa de las discusiones. Aquí (en Nazacara, Caracollo, Laramcota) habrá más calma”.
Fermín Apaza, vecino de Caracollo
El zorro se come a nuestro ganado
"Nosotros de noche más estamos pasteando llamas y alpacas, porque el ganado va lejos de la estancia cuando no hay corrales, hacemos tapial (pared de barro) pero se cae con la lluvia y el tiempo; quisiéramos cerco para el cuidado de las llamas, un poco nos podemos defender en la noche. El zorro aprovecha la noche para comerse a nuestro ganado. Mi estancia colinda con Chile y el ganado pasa la frontera en la noche y ahora ya no tengo fuerzas para pastear y cuidar el ganado, incluso en la noche. Cada mañana estamos detrás del ganado evitando que cruce la frontera”.
Anastasia Miranda, vecina de Laramcota
El ganado ya no pasará a otro lado
"Nosotros somos como cuidadores de la frontera, como guardianes de la frontera; este proyecto se ve que está bien. Cada día el ganado pasa de un lado a otro y por eso hay cruce de palabras. Con este cerco ya no pasará el ganado de un lado a otro. Quisiéramos más cerco para que podamos vivir más tranquilos y sin muchos problemas entre vecinos. Quisiera que nuestras autoridades continúen preocupándose de nuestras necesidades. El año pasado ha muerto mucho ganado, ahora no hay crías de llamas ni alpacas como en otros años, ojalá mejore este año”.
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