El Senasag informó de que en la cuenca lechera, norte cruceño, se registró la pérdida de estos animales. La institución sospecha de un producto que se usa en la alimentación sea el origen
En la cuenca lechera del norte cruceño, 159 vacas lecheras murieron por una supuesta intoxicación al ingerir un producto (Okara) aditivo derivado de la soya que se mezcla con el alimento balanceado que se dan a los bovinos.
El informe lo brindó Mauricio Ordóñez, director departamental del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), que detalló que en Warnes perecieron 60 animales, en Montero 10, en Portachuelo 2 y en Bella Vista 47.
Ordóñez sostuvo que luego de recibir las denuncias, técnicos del Senasag tomaron muestras de sangre para evaluar si no se trata de un foco viral con impacto en las personas.
“De acuerdo con los primeros datos no se detecta fiebre, el animal tiene problemas para tomar agua y babea, por lo que se puede descartar que esto sea un problema de sanidad animal, sino más bien que se trataría de una intoxicación por alimento”, dijo Ordóñez.
Sobre el origen de la intoxicación, que según los afectados proviene de aditivo Okara, Ordóñez indicó que eso aún se está analizando.
Los ganaderos
Carlos Hugo Vaca Díez, presidente de la Federación Departamental de Productores Lecheros (Fedeple), indicó que el problema está controlado y precisó que no se puede sostener que un solo producto sea el causante de la intoxicación, sino que a la hora de preparar el alimento balanceado el ganadero recurre a varios insumos.
Vaca Díez, remarcó que el clima, la excesiva humedad y el mal manipuleo de los productos pueden ser otro factor que se debe tomar en cuenta.
En la misma línea, José Luis Farah, vicepresidente de Fedeple, puntualizó que se está a la espera de los resultados de los análisis de sangre para tener un informe completo y subrayó que el tema no debe causar preocupación en la gente, pues ya está controlado, además de que el impacto es mínimo.
Algunas dudas
De acuerdo con algunos afectados, el producto Okara les fue vendido por la PIL y por ello la empresa láctea se habría comprometido a reparar el daño.
Se pudo saber que el Okara es un residuo de la soya, con un 20% proteínas y que al parecer su ingesta en grandes cantidades y de forma continua provoca daños hepáticos y renales, dañando la úrea del animal.
Para tener detalles de la venta del producto agropecuario, se buscó tener contacto con la PIL; se hizo saber el tema al departamento de comunicación mediante un correo electrónico, también se llamó al gerente, pero el primer caso no contestaron las preguntas y en el segundo no fuimos atendidos
80 millones de dólares
Es lo que el sector genera al año. Para esta gestión esperan superar la cifra.
1,4 millones de litros
Para el 2014 el sector espera que esta sea la producción diaria de leche para entregar a PIL.
6.000 pecuarios lecheros
Esta es la cantidad de ganaderos que en Santa Cruz se dedican a esta actividad.
No se debe alertar al consumidor
Alberto Vázquez - PDTE. DEL COL. DE VET. DE SCZ
En la actividad ganadera el riesgo de una infección o problemas sanitarios siempre están presentes, es algo que a veces no se puede predecir o evitar, es un riesgo latente. Sobre el caso sé que los técnicos de Fedeple junto a los de la PIL están trabajando para saber qué es lo que pasó, cuál fue el tipo de alimento o producto que generó este problema y cómo prevenirlo. Hasta el momento no se tienen los resultados por lo que no se puede dar un respuesta contundente, sin embargo es importante hacer algunas precisiones sobre el tema.
Es clave conocer las diferencias entre un caso viral o bacterial o una infección por alimento. En el primer caso el problema es más grave, pues se trata de una enfermedad con riesgo de contagio lo que puede generar una epidemia, en el segundo caso el problema es más interno y no hay repercusiones externas. Por ello en esta situación lo aconsejable es no alarmar al consumidor y esperar los resultados
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