Pony, un cuy de más de 30 centímetros de largo y al menos dos kilos y medio de peso, color marrón y de cuello y pecho blanco, estaba inquieto en su pequeña jaula. Su dueña, Petrona Mamani, lo peinaba preparándolo para su segundo concurso.
“El año pasado salió en segundo lugar, pero era en una categoría menor. Este año quiero ganar en la categoría más alta de los cuyes mejorados”, dijo Mamani, quien participó junto al roedor de un certamen en el que se valoró la calidad de estos animales y la capacidad productiva de sus dueños, en la plaza 16 de Julio de El Alto.
Alrededor de 15 criadores de cuyes se presentaron en la tercera versión de la feria de Agricultura Urbana y Seguridad Alimentaria, organizada por el Centro de Formación y Capacitación para la Participación Ciudadana (Focapaci) y la comuna alteña.
Todos mostraron a cuyes genéticamente mejorados traídos de Perú. Éstos pueden llegar a pesar hasta tres kilos y medir alrededor de 40 centímetros de largo. Mientras los cuyes bolivianos no llegan a pesar más de un kilo y alcanzan un tamaño no mayor a 20 centímetros de largo.
“Los expositores son productores agrícolas que trabajan en el área urbana y periurbana de la ciudad alteña”, dijo Wilfredo Blanco, uno de los responsables de la feria alteña.
Pablito es otro gran competidor. La dueña de este roedor color castaño claro, Teresa Nina, contó que trajo a este animal de la ciudad peruana de Juliaca.
“El objetivo de la crianza de los cuyes en la zona urbana es para que su carne rica en proteínas se incremente en el mercado boliviano, por lo menos en las ciudades de La Paz y El Alto”, explicó Nina, quien vive en la zona Amachuma, de El Alto. Esta productora busca un aliado para abrir su restaurante, donde se comercializará la carne de cuy.
Al igual que Nina, Mamani desea tener su propio negocio. Sin embargo, ella afirma que será muy difícil que esta carne de roedor se integre al mercado.
Por el momento, Mamani se encarga de vender sus animales, cada uno a 50 bolivianos, y los cría en su casa, ubicada en Río Seco, distrito 5 de El Alto.
“Primero debemos hacer conocer al público que la carne del cuy tiene proteínas por encima de su grasa, pero está por debajo de la carne de llama”, aseguró la poseedora de más de 20 cuyes y que el año pasado comenzó este emprendimiento.
Franklin Laura tuvo a su primer cuy hace nueve años. Ahora posee más de 150 roedores, todos ellos en su domicilio, ubicado sobre la carretera a Viacha, en San Juanito, distrito 8.
El objetivo de este productor es crear su propia línea de cuyes mejorados, pero propios de Bolivia. “Es un trabajo duro pero no imposible”, dijo optimista.
Al final, ninguno de ellos ganó el torneo, sin embargo, se fueron orgullosos de sus roedores.
El productor Edwin Mamancusi ganó el certamen con su cuy de dos kilos de peso.
Wooowww sin dudas la ganadería esta yendo muy bien jaja, esos cuyes deben de ser gigantes!!
ResponderEliminarLos invito a leerme en mi blog relacionado a la ganadería, saludos
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