En la casa de Milton Merino funciona un negocio, que desde hace más de 30 años se dedica a la exportación de trabajos realizados en piel y cuero de alpaca, oveja y llama.
Con pocas herramientas de trabajo pero con un gran esfuerzo humano, el gerente de Artesanías Merino ha sabido ganar reconocimiento a nivel mundial.
La historia de su empresa empezó el 10 de marzo de 1979 cuando los pedidos de Venezuela, Ohio, Chicago, Miami, Nueva Zelandia, Canadá y Colombia llegaron a Cochabamba tras la visita de algunos extranjeros a una feria artesanal departamental en la que participó.
Desde entonces cubrecamas, alfombras, sombreros, cobertores para almohadas, plantillas de zapato, guantes y otros productos elaborados por los Merino comenzaron a ser enviados a distintos países. Pero, pocos años después el cambio del rubro de los distribuidores de estos productos en Nueva Zelandia y Canadá provocó que la familia se quede sin representantes para poder enviar sus productos.
Fue entonces que Merino pensó en llevar sus productos solamente a ferias, así llegó a Bogotá, Colombia, que hoy se ha convertido en su mercado mayoritario. Sin embargo, también participa en las ferias de Puerto Rico, donde estará presente en mayo. Con anterioridad sus productos también fueron llevados a Tenerife (España), Lisboa (Portugal) y varios estados de Norteamérica. Para llegar a las ferias tuvo que realizar fuertes inversiones de dinero, "Para presentarme en Colombia necesito cada año 4 mil dólares, pero esto no es un impedimento para sacar mis productos, ya que el reconocimiento del cliente es muy bueno. Una alfombra pequeña se vende fácilmente entre 30 y 50 dólares, por ejemplo", comentó´.
Hoy, la presentación en ferias se ha convertido en
una oportunidad fundamental para poder comercializar sus productos. Para ello, todo el año prepara mercadería , porque es ahí donde asegura el contacto con la gente.
Ahí también recibe críticas buenas y malas que, según Merino, le sirve para seguir mejorando su producción.
La artesanía en cuero es un trabajo que Milton Merino y sus hermanos aprendieron y heredaron de su padre, pero actualmente solo él y su hermana se dedican a esta actividad.
El empresario comentó que viaja casi de manera mensual a Challapata, Huari y otros sectores de Oruro para adquirir el cuero de llama, oveja y alpaca.
Luego, el cuero pasa por un proceso de peinado con cepillos especiales que le dan otra textura a la lana, desppués se hacen cortes según las figuras que se quiera elaborar y finalmente se pasa al proceso de costura, para lo que se utiliza una máquina overlock.
El proceso de elaboración de una sola pieza puede durar entre tres días y una semana dependiendo el tamaño de la misma.
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