El centro de producción, fue impulsado por el Project Concern International (PCI) y el proyecto Mis Llamas, sus productos son el charque, mortadela, chorizo, salchicha, salame y lomo, todos derivados de la carne de llama.
"Nuestro mercado principal es Cochabamba y también estamos entrando a los supermercados", indicó Acevedo; al momento de señalar que están aumentando sus ingresos.
El responsable de inocuidad alimentaria del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Dulfredo Ninaja indicó que Turco cuenta con un matadero de cuarto nivel cuyo registro sanitario está en proceso de renovación, además de dos centros de producción de derivados de carne camélida de los que sólo uno cuenta con registro sanitario.
El municipio tiene dos plantas procesadoras de charque, que por algunos problemas de manipulación de carne, aún no pudieron conseguir el registro, pero el Senasag realiza la fiscalización a dichas plantas. El centro de producción, que cuenta con el respaldo de PCI, ya tiene registro y poco a poco se fue mejorando a través de un trabajo coordinado con Senasag.
La finalidad de la supervisión y fiscalización, por parte del Senasag, es mejorar la producción y lograr que estos productos de alta calidad alimenticia puedan ingresar a los supermercados y al mercado exterior.
"En lo que respecta a mataderos, existe una veintena que no funcionan porque los productores de camélidos no están entendiendo su funcionalidad", señaló Ninaja a tiempo de explicar el proceso de producción camélida del departamento.
Uno de ellos es el matadero de Curahuara de Carangas funciona regularmente aunque carece de veterinario, para la vigilancia del faeneo, que es un requisito importante; otra carencia es que no se realiza el tratamiento a los residuos sólidos y líquidos.
Otros factores para que los mencionados mataderos no funcionen o no cuenten con el registro es el incumplimiento de las buenas prácticas de manufactura y manipuleo de alimentos.
Los municipios hacen lo posible por financiar la construcción, remodelación o reparación y mantenimiento de las infraestructuras de los mataderos, pero los productores prefieren realizar el faeneo en sus casas.
"Los comunarios y productores de carne camélida aun no entienden que el faeneo en mataderos hace que su producto sea de mayor calidad, e inocuidad, con un sello que avala su venta en los mercados locales y nacionales a un mejor costo y mayor aceptación por los consumidores", explicó Ninaja.
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