La producción de carne ovina crece poco a poco en el país y, a decir de los criadores, tiene un amplio futuro gracias a su sabor y a su textura. Según estimaciones de la Institución Pública Descentralizada (IPD), con su programa de rumiantes menores, en 2014 se alcanzó una producción de 12.735 toneladas de carne, un poco más a comparación de 2013, cuando la oferta fue de 12.615 toneladas.
La Paz ocupa el primer lugar, con 5.238 toneladas de carne; seguido por Potosí, con 2.157 toneladas; Oruro; Cochabamba y Chuquisaca.
Los datos de la IPD también dan cuenta de que hasta el 2011 Bolivia tenía registrado un hato ovino de 8.877.510 y en 2013 el consumo de esta carne, aunque está en aumento, solo alcanzó el 2%, muy por debajo de la porcina con un 6%, la vacuna con un 8% y la de pescado con un 31%.
Seis razas predominan en Bolivia
El coordinador nacional del programa rumiantes menores, Jhonny Rojas, indicó que la producción de ovinos se encuentra concentrada a nivel de pequeños productores, en sistemas extensivos en las zonas del altiplano y valles. Son alimentados con pastos naturales en las zonas altas andinas y con residuos de cosechas y malezas en los valles interandinos. En la crianza familiar predomina el ovino criollo, con buena rusticidad, pero con bajos niveles productivos de lana y carne.
Rojas aseguró que gran parte del hato ovino está compuesto por ganado criollo introducido hace más de 500 años en el país; sin embargo, existen algunos avances importantes y focalizados en Oruro, en los municipios de El Choro, Toledo y Caracollo, donde se han introducido importantes razas tanto de producción cárnica como lechera y de lana. Estas razas son corriedale, principalmente productoras de lana que ha alcanzado buenos parámetros en la producción de carne; la hampshire down, especializada para la producción de carne; la suffolk; animales de doble propósito (carne y leche) y assblack, exclusivos para producción de leche.
En Santa Cruz, donde la producción de carne y el consumo crecen (ocupa el séptimo lugar en producción con 200 toneladas), los criadores afirman que es la raza santa Inés y la dorper las que se adaptan al clima tropical del departamento.
Los propietarios de las cabañas productoras aseguran que toda su oferta es absorbida en el departamento, a pesar de los esfuerzos que se han realizado para proveer a otros mercados del país. Hoy aseguran que el reto es aumentar la producción de carne y seguir mejorando la genética.
En la cabaña Monte Rico existen 1.200 vientres (hembras reproductoras) de la raza santa Inés que producen anualmente 1.300 animales para carne, productores y reposición. También elaboran chorizos de cordero.
Herland Villagómez, propietario de Monte Rico, sostuvo que existe un amplio mercado en Santa Cruz (entre restaurantes y supermercados) que está demandando cada vez un mayor volumen. Esta empresa comercializa corderos de cuatro a seis meses con un peso que fluctúa entre 12 y 16 kilos.
En el criadero El Rebaño se produce la raza santa Inés y la dorper, además se han realizado cruzamientos entre ambas razas denominada ‘dorsan’, con buenos resultados al ser un animal de mayor tamaño y peso, alcanzando los 35 kilos de carne.
Wálter Ruiz, de El Rebaño, afirma que actualmente se faenan 60 animales al mes con un promedio entre 25 y 35 kilos; además se están comercializando 150 vientres mensuales.
El precio del kilo de esta carne se comercializa entre Bs 18 y 35, dependiendo del corte, mientras que el costo de un animal entero para consumo oscila entre Bs 600 y 800. Ruiz indicó que un ejemplar para reproductor cuesta entre $us 80 y 230.
Apoyo a productores
El Gobierno, con la creación de la IPD Soberanía Alimentaria, destinó un presupuesto de Bs 69.594.803 para el programa Nacional de Rumiantes Menores, con cobertura nacional en aquellos departamentos
identificados como potenciales productores en ovinos y caprinos, como Oruro, La Paz, Potosí Cochabamba, Tarija y Chuquisaca.
A través del programa se están fortaleciendo los sistemas de producción para incrementar los índices reproductivos y productivos del ganado ovino y caprino, a través de financiamientos y de la dotación de equipos. También se desarrollan programas de mejoramiento genético, manejo de praderas y créditos productivos.
En Santa Cruz, el Gobierno Departamental ha entregado 1.437 ovinos de pelo en toda su gestión, con una inversión de Bs 934.050
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