En 20 comunidades del municipio de Charaña de la provincia Pacajes del departamento de La Paz, las alpacas y llamas mueren de inanición porque no tienen alimento, debido a la fuerte sequía que azota esa zona fronteriza con Chile, desde el mes enero, cuando dejó de llover.
Una comisión de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (Csutcb) se trasladó hasta las poblaciones afectadas y corroboró el hecho. Junto con las autoridades municipales, dicha comisión recorrió cada una de las poblaciones, donde los campesinos sufren por la pérdida de sus ganados, impotentes ante la falta de ayuda.
Los pobladores de esas zonas no tienen otra forma de sobrevivencia que la producción camélida porque la tierra es árida para el cultivo de papa u otros productos, informó el secretario General de la Csutcb, Rodolfo Machaca.
“Las llamas no tienen comida, no hay forraje. Nos indicaron que en enero a penas a llovido cinco días, después de eso empezó la sequía hasta estas fechas. Hemos visitado algunas comunidades, (había) montón de llamas muertas”, contó el dirigente a la Agencia de Noticias Indígenas de Erbol.
En tiempos pasados, la zona era húmeda y con la lluvia los bofedales abundaban, como principal alimento de los camélidos, que en su mayoría son alpacas. De acuerdo con los testimonios de los pobladores de las 20 comunidades, los camélidos mueren en sus corrales, durante el camino en busca de comida o simplemente no regresan por lo cansadas que se encuentran.
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