El acto interreligioso realizado el pasado mes en conmemoración del aniversario del departamento, causó polémica entre las organizaciones protectoras de animales, toda vez que se cometieron abusos con llamas y se utilizaron los llamados “sullus” (fetos del camélido) para la ceremonia andina.
Verónica Solís, presidente de la Asociación Protectora de Animales de Santa Cruz (APA), aclaró que no estaba en contra de las religiones andinas, pero reprobó la utilización de fetos de llamas en sus ceremonias, tachándola como inhumana.
“Es la primera vez que veo que esta acto religioso se realiza en una efemérides departamental de Santa Cruz, lo cual es llamativo, pero lo negativo de este hecho es que utilizaron fetos de llamas, situación que es muy negativa, porque están sacrificando un cadáver de un animal que es antes fue acto de un aborto intencionalmente y posteriormente resecado por personas que por supuesta religiosidad comercializan estos cuerpos sin vida”, indicó Solís.
La presidenta de APA expreso que debería haber una ley que evite este hecho de sacrificio y la utilización de estos cadáveres de animales.
“Se debe prohibir el uso de un cadáver en supuestos actos religiosos, aunque estos hayan sido practicados antiguamente y sea un hecho cultural”, dijo Solís.
Por su parte, Sandro Fernández, ejecutivo de la Sociedad Protectora de Animales (Soprama), señaló que el uso de fetos en celebraciones religiosas del occidente debe ser normado y se debería sancionar a las personas que suministran los cuerpos sin vida de las llamas para su comercialización.
“No puedo creer que en pleno ciclo XXI aún se tenga que practicar ritos con sacrificio de animales y que los fetos de llamas se puedan comercializar libremente en los mercados aduciendo que son elementos para la celebración de actos religioso andinos”, lamentó Fernández.
En un recorrido que realizó EL DIARIO al mercado La Ramada en la ciudad de Santa Cruz se pudo constatar que existen más de 20 puestos que comercializan libremente los sullus con un costo de los 50 hasta los 300 bolivianos.
Juanita Colque, comerciante de productos esotéricos, indicó que existe poca demanda de fetos de llamas en la ciudad cruceña y que en un mes sólo logra vender cuatro sullus que son utilizados en las q’oas.
“Cada mes los sullus son traídos desde La Paz y nosotros los compramos porque existe una pequeña demanda en Santa Cruz, originada por las personas que llegan de los departamentos de Oruro, La Paz o Potosi”, explicó Colque.
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