La época en que las vacas se arreaban a punta de chicote y se las encerraban de forma hacinada ya pasó a la historia. Hoy, gracias a las Buenas Prácticas de Campo o Pecuarias (BPP), algunas vacas se dan una vida de reinas. Ni siquiera falta un spa para relajar y mimar la sabrosa carne que luego acabará en un plato.
Bienestar animal, calidad en la alimentación, agua de consumo solo para animales, manejo medioambiental de residuos, instalaciones adecuadas y control sanitario son algunas de las claves para llevar a cabo las BPP. Hoy el buen trato para el ganado ha tomado mayor importancia para los productores, ya que de acuerdo a estudios realizados en Centroamérica y Sudamérica en torno a la EUREPGAP (Normas Europeas de Buenas Prácticas Agrícolas Pecuarias), han demostrado que el buen trato da mayores ganancias.
Por su parte, la doctora Rosalía Bustillos, especialista en animales mayores, se refirió a este tema como pilar fundamental para el desarrollo de los productores bolivianos, asegurando de esta manera una acreditación al momento de exportar carne. Así mismo mencionó que los países del Mercosur y la Comunidad Andina se encuentran en fase de desarrollo e implementación de las BPP para introducirlas en sus sistemas de trazabilidad animal. Años atrás el ganado era trasladado de corral a corral a chicotazos, o con la ayuda de perros o varas eléctricas. Hoy ese ganado se traslada a la voz del capataz, quien de manera sutil, mueve el ganado de un lugar a otro. El corral era uno solo para todos, hoy con la implementación de la BPP el corral dependerá del tipo de ganado. La idea de dar un buen trato a las vacas da como resultado un animal sano, tranquilo, con mejor asimilación de alimento y mejor aspecto y porte al momento de su comercialización.
Actualmente varios ganaderos están llevando a cabo este tipo de cría, y a pesar de que realizan una inversión para el mejoramiento de sus predios, ven las BPP como una clave para tener una mayor producción y comercialización de su hato.
Las BPP se han convertido en una exigencia en el mercado internacional, en una garantía frente a la aparición de enfermedades en el ganado y en una ventaja competitiva a la hora de determinar la calidad y comercialización del ganado y la carne vacuna.
“Es imprescindible que los productores sepan el significado y cómo aplicar las BPP en todos los eventos de la vida del animal, de la granja a la mesa, para conocer dónde, cuándo, cómo y bajo qué condiciones se elaboró el alimento a lo largo de la cadena productiva”, puntualizó Bustillos. Vacas que se dan vida de reinas. No solo es una expresión, sino una forma de describir cómo viven hoy algunas vacas gracias a las BPP.
Todo a la altura de un spa. En el manejo del hato, debe haber un veterinario que elabore planes sanitarios preventivos y visite periódicamente a los animales. Es de suma importancia que en los predios deben haber cercas, corredores, corrales, bebederos, reservas de agua, bandejas para dar suplementos alimenticios/sales, etc., asegurando que todos los animales puedan tener acceso a ellos. Todos estos implementos forman parte de la inversión que el productor tiene que hacer para el buen funcionamiento no solo de su predio, sino del desarrollo de su ganadería. Todo esta infraestructura debe ir acompañada del buen manejo y trato por parte de los operarios, quienes son parte fundamental en las buenas prácticas pecuarias y son ellos los encargados de dar a las vacas una vida de reinas.
“Para los años venideros, se espera seguir ampliando el rango de acción en zonas ganaderas de carne, leche y doble propósito, que cubran las exigencias internacionales y de exportación”
Dra. Rosalía Bustillos
Veterinaria Zootecnista
De acuerdo a la información publicada por la Organización Mundial de la Salud Animal (OIA) hay cinco principios básicos para el bienestar animal:
1. Garantizar la comida y agua al animal
Se debe constatar que el animal siempre cuente con agua limpia y comida adecuada, de acuerdo a dieta diaria.
2. Garantizar las condiciones que eviten miedo y angustia
Los operadores deben tener un buen trato para con el animal, dejar de lado el uso del chicote y acostumbrar al animal al uso de señas y palabras.
3. Los operadores deben tener un buen trato para con el animal, dejar de lado el uso del chicote y acostumbrar al animal al uso de señas y palabras.
El animal debe tener suficiente espacio para que pueda desplazarse de un lugar a otro e incluso estar a solas si así lo desea.
4. Garantizar condiciones que eviten incomodidad física o térmica
Esto implica que el animal debe tener un lugar adecuado al momento de dormir. En época de invierno tener al animal en un lugar cálido, lejos del frío.
5. Garantizar condiciones que eviten dolor y enfermedades a los animales
El hecho de que sean animales no quiere decir que se los trate mal, estos deben llevar un calendario de vacunación y ser separados de otros animales enfermos para evitar contagios.
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