lunes, 11 de agosto de 2014

Las abejas, una salida factible y ecológica al lío económico



Miles de apicultores han recuperado este arte ancestral en Zimbabue, donde la cría de abejas se ha convertido en una manera de prevenir la deforestación y de ganarse la vida en el páramo económico que han dejado las políticas de su veterano presidente, Robert Mugabe.

En 2000, el presidente de Zimbabue, el líder más longevo de África, lanzó un programa de “indigenización” por el cual se expropiaron terrenos a 4.000 granjeros blancos para dárselos a la población negra local, medidas que propiciaron la honda crisis económica en la que todavía se encuentra hoy sumido el país.

Ahora, miles de nuevos pequeños granjeros han descubierto un camino hacia el éxito económico recuperando una industria antigua: la apicultura.

Johnson Karumbidza podrá no ser el hombre más rico del mundo, pero vive en un paraje de belleza incalculable: una cabaña de ladrillo en el este de Zimbabue, con vistas al Lago Chicamba de Mozambique.

Pero los ojos de este hombre de 60 años no están atentos al paisaje, sino a las 210 colmenas que constituyen su medio de vida, y que mantiene ocultas en el bosque que cubre las montañas Vumba, erigidas en la frontera entre Zimbabue y Mozambique.

Muchas de las fincas de esta zona, un día propiedad de blancos que comerciaron madera y cultivaron café y flores, cayeron en desgracia. Sin embargo, Karumbidza y miles de apicultores —no necesariamente beneficiarios del programa de reforma agraria de Mugabe para la población negra local— han encontrado una vía de prosperidad en la miel, cuya producción es muy alta en esta zona.

Mientras, estos mismos bosques, hogar de abejas y de la nueva generación de apicultores zimbabuenses, desaparecen a un ritmo aterrador, pasto de los incendios o talados en un país hambriento de energía.

Zimbabue, con una población de 13 millones de habitantes, utiliza 6 millones de toneladas de leña al año, debido fundamentalmente a la escasez de energía. “La deforestación por cualquier causa —incluida la causada por la producción de tabaco— es un problema para los apicultores”, dijo el director del grupo conservacionista Environment Africa, Barney Mawire.

Oportunidad. No obstante, los desafíos medioambientales a los que se enfrenta Zimbabue en la actualidad, procedentes de la contaminación y la deforestación masiva, pueden ser combatidos por la apicultura.

Environment Africa, por ejemplo, trabaja con unos 6.000 apicultores en todo el país para capacitarlos no solo en las técnicas de la apicultura, sino también en la plantación de árboles y la prevención de los incendios forestales y la deforestación.

Una de las mayores historias de éxito es la de Paul Muambirwe, un apicultor de la remota zona montañosa de Chimanimani, en el sureste del país. El hombre, condenado a una vida de pobreza, descubrió la apicultura y pronto su fascinación por este trabajo le permitió ganarse la vida vendiendo miel, y superar su adicción a la marihuana. “Yo era un fumador empedernido de marihuana, pero cuando aprendí a ser apicultor me encontré tan ocupado que a veces se me olvidaba fumar, y así es como lo dejé”.

El año pasado, las 12 colmenas de Muambirwe produjeron 280 kilos de miel, que alcanzaron un valor de $us 840, una pequeña fortuna en un país donde la tasa de desempleo es del 80% y los niveles de pobreza muy elevados. Además, incluso cuando la miel no puede venderse, se utiliza para el trueque de alimentos.

Más allá de las amenazas medioambientales, los apicultores deben hacer frente a los hurtos de los tejones de miel y a las propias picaduras de abeja, dificultades que no hacen que el trabajo de apicultor sea menos “especial”, admitió Karumbidza.

Sin embargo, la preocupación por el futuro del sistema alimentario del mundo ha obligado a la ONU a iniciar una evaluación sobre la polinización y la producción de alimentos en el planeta. Se estima que un 75% de los cultivos que se producen al año en todo el mundo depende de la polinización realizada por abejas y otros insectos. Pero, al mismo tiempo, se ha constatado la desaparición de abejas en algunas partes del planeta.

Las abejas continúan muriendo

Tendencia

A pesar de años de intensa investigación, los científicos todavía no han determinado qué está matando a las abejas de la miel, según la Sociedad Química de EEUU.

Valor

“El valor de las abejas en la polinización de cultivos de frutas y otros vegetales es de unos $us 15.000 millones”, afirmó el reconocido entomólogo Richard Fell.


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