La empresa comunitaria engloba a 61 familias que se dedican a la producción de charque de llama. Su siguiente meta es la exportación de éste y otros derivados.
El presidente de la Empresa Comunal de Turco (EcoTurco), Eleuterio Choque, señaló que el éxito de la empresa que produce charque de llama y la acogida del producto en el mercado nacional incrementó el número de llamas con las que contaba al iniciar el emprendimiento, de 150 mil a cerca de 350 mil cabezas de ganado camélido.
EcoTurco es una iniciativa de pobladores del municipio de Turco, en el departamento de Oruro.
“Ha crecido bastante la actividad, son 61 familias que se dedican a la elaboración del charque de llama (...). En 1991, cuando comenzamos, teníamos 150 mil cabezas de camélidos y hoy tenemos 350 mil”, informó.
Choque señaló que el ganado camélido desplazó por completo al ovino de la región, gracias al incremento de la tasa de natalidad y también porque muchos pobladores decidieron dedicarse a la cría de llamas, pues vieron que esta actividad rinde en cuanto a réditos económicos.
“Sí, en Turco superamos la pobreza gracias a la llama, porque su precio es el doble de la carne ovina”, señaló el representante de Ecoturco.
Afirmó que gracias a esta experiencia, muchos municipios del altiplano orureño están optando por la misma actividad “porque el camélido es más rentable”.
EcoTurco inició actividades en 1991 a partir de un proyecto de investigación, que se refiere a la obtención de charque de llama con paneles solares.
El proyecto derivó en la necesidad de construir un matadero, infraestructura necesaria para el sacrificio de animales en condiciones higiénicas.
Una vez con el matadero listo, se procedió a elaborar charque de llama en los paneles, para lo cual se escoge carne de primera calidad, a la que se extraen la grasa, nervios y membranas para obtener un charque 100 por ciento de carne.
“Este proyecto se está copiando en fábricas de Chile y Perú porque garantiza que el charque sea totalmente sanitizado, porque no está expuesto a contaminación por el polvo o los insectos”, explicó Choque.
EcoTurco tiene las autorizaciones y acreditaciones sobre la elaboración del producto bajo normas de higiene, cuenta con registro sanitario del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) y el sello de Producto 100 por ciento Boliviano.
Para obtener estas acreditaciones, la empresa impulsó la declaración de la región como libre de fiebre aftosa y luego buscó la ampliación a todo el altiplano paceño con miras a exportar este producto a otros países.
Los mercados que este emprendimiento comunitario tiene para vender el charque de llama se encuentran en los departamentos de Oruro y La Paz, donde la demanda es alta. También ingresaron a Potosí, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz.
“Queremos ampliar nuestros mercados, llegar a todo el país y no solamente a los supermercados y a los restaurantes y hoteles, pues queremos que sea como en Oruro, donde nos consumen todo tipo de personas”, afirmó.
DATOS
• EcoTurco inició actividades en 1991 con la construcción de su matadero para ganado camélido.
• Por el momento sólo vende charque de llama, que es procesada mediante energía solar en paneles y no al aire libre, como es el modo de preparación ancestral de este producto.
• 61 familias conforman la empresa comunal, las que aumentaron e incluso duplicaron la cantidad de ganado camélido que poseen.
Emprendimiento apunta exportación hacia Europa
Eleuterio Choque señaló que con la construcción de la carretera Oruro-Turco, la empresa plasmará sus planes de exportación de su producto hacia mercados europeos.
“Hemos hecho pruebas de exportación hacia Suiza, con 350 kilos, nos fue bien, pero las exigencias de los compradores son mayores, pues nos pidieron que la ruta de conexión al pueblo sea asfaltada y afortunadamente ya se está terminando la carretera de Turco-Oruro, gracias a la Gobernación de Oruro y al Gobierno nacional”, manifestó.
Las proyecciones de EcoTurco no sólo incluyen la venta de charque de llama a mercados extranjeros, pues pretenden exportar carne fresca y otros derivados como salchichas y embutidos, para lo que gestionan la construcción de un matadero de primer nivel.
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