Los comunarios de Chacaltaya venden sus camélidos y carne de llama en ferias y mercados de la ciudad de La Paz.
Cinco megaestablos son construidos en la comunidad de Chacaltaya, al pie del nevado del mismo nombre, para resguardar del frío al ganado camélido de la población, una de sus principales fuentes de sustento.
Cien albergues. El intenso frío por la cercanía de los cerros aún nevados de Chacaltaya, en el macrodistrito rural de Hampaturi, y la falta de albergues adecuados provocaron que muchas crías de llamas o alpacas perezcan en sus primeros días de vida e incluso antes de nacer.
Las construcciones, cada una de las cuales alberga al menos una veintena de establos, acogerán principalmente a los animales más pequeños o vulnerables en la época invernal.
“Va a ser de gran beneficio para nosotros porque antes, especialmente en tiempo de nevada, teníamos un alto índice de mortalidad de nuestras llamas, pero ahora, con estas estructuras, ya vamos a proteger a los animales en los establos”, señaló Natalio Alaña, secretario general de la comunidad.
Hasta la fecha, la obra avanzó en un 80 por ciento y una treintena de obreros coloca el techo a los megaestablos.
La obra está enmarcada en las labores del Programa Barrios y Comunidades de Verdad del municipio, que inició su intervención en esa localidad con el fin de mejorar y fortalecer las capacidades productivas y ganaderas.
Las obras. Chacaltaya será la segunda Comunidad de Verdad que entregará la Alcaldía con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo y recursos municipales. En marzo, Alto Chucura estrenó sus obras.
El proyecto, en este lugar, también incluye la mejora de la plaza principal, que aún es un espacio de tierra, así como el arreglo de la vía de acceso para facilitar el paso vehicular.
Los comunarios reciben capacitación en temas de sostenibilidad, emprendimiento, a través de la conformación de grupos, y cuidado de la salud.
25 llamas o alpacas posee, en promedio, cada una de las familias de la comunidad Chacaltaya.
Un megatanque para el almacenamiento de agua es construido en Palcoma, una de las tres comunidades que reciben recursos en obras, a través del programa barrios y comunidades de verdad del municipio paceño.
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