Mayor producción con menos colesterol y más proteínas. Es la nueva consigna de los porcinocultores cochabambinos, que en los últimos años apostaron a la mejora genética y crianza de cerdos con alimentos balanceados y suplementos nutricionales.
Actualmente, la carne de cerdo cumple con las exigencias del consumidor, quien reclama un producto nutritivo y saludable, mientras que el granjero se beneficia con mayor producción.
El objetivo es desechar la idea de que la crianza de cerdos aún es de "tras patio" con alimentos de baja calidad y sin el manejo saludable adecuado. Para la crianza, es fundamental ser eficientes. Por lo mismo, se debe capacitar al porcinocultor, quien debe aprender a desarrollar un esquema de buena alimentación y sanidad dentro de su plantel, trabajando exclusivamente con razas mejoradas genéticamente.
Así lo entienden los criadores (sobre todo los grandes) que eligen ciertas razas por su capacidad para producir descendencia con carne magra sustancial o eligen otras por sus capacidades reproductivas o de crianza. Cada raza tiene sus características, pero la mayoría son híbridas, es decir, mejoradas.
A esto se suma la instrucción del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) de que todas las granjas a nivel nacional deben registrarse para que el Estado tenga un control de la crianza de este tipo de animales.
Un ejemplo de cuánto se avanzó en la producción de carne porcina de calidad y de raza pura es la granja automatizada agropecuaria El Carmen, ubicada en Apote en Quillacollo. Su propietario, Alfredo Torrico, ha realizado una millonaria inversión en este rubro.
“Actualmente, con la genética y con toda la parte nutricional hemos bajado casi el 75 por ciento de colesterol y ácido úrico. Nuestro objetivo es suplir la carne de pollo con la de cerdo”, señala Torrico, quien también es presidente de la Asociación de Porcinocultores de Cochabamba, que aglutina a más de 225 granjas.
Torrico añade que entre las razas que predominan están las Pic Andina, Camború 222 y Tamborillo, que se caracterizan por ser “buenas madres reproductoras”, verracos eficientes y lechones de buen jamón.
Se estima que para la crianza de una hembra reproductora en grandes camadas se requiere de unos 2.500 dólares sólo en investigación e infraestructura. El Carmen tiene 300 hembras, algunas en celo, otras preñadas y otras con días o semanas de haber dado a luz.
Cada hembra de la raza Tamborillo tiene como promedio entre 12 y 14 crías. Al nacer, el granjero selecciona a las que serán madres y los que serán lechones y que llegarán a pesar entre 70 y 90 kilos.
Al nacer, los cochinillos reciben la primera vacuna, que es parte del plan sanitario que llevarán a lo largo de su crianza que incluye otros insumos médicos, como el complejo B y vitaminas A, D y E.
Para ello, es necesario que cada animal desde su nacimiento tenga su registro sanitario que detalla todos los medicamentos, vacunas y suplementos suministrados. El papel también indica el ritmo de crecimiento que tiene el animal, identifica sus progenitores y establece el peso que ganará cada semana.
Alimentación
Según Torrico, en su granja se preparan cada día 16 tipos de alimentos que incluyen maíz, soya, aceite, sorgo, afrecho y otros suplementos que son importados del extranjero. Para ello cuenta con personal adecuado que se dedican exclusivamente a la preparación de la dieta de los animales de acuerdo a la edad.
Después de nacidos los lechones tienen 22 días de lactancia, luego son separados de sus madres y llevados a una sala de destete hasta que pesan 9 kilos, luego suman a su dieta suero, maíz, soya, sal, aceite hasta que pesan 35 kilos, posteriormente son trasladados a sala de engorde donde concluye su crecimiento con afrecho y sorgo.
Este procedimiento y cuidado de los animales cada vez es más apropiado por los granjeros de Cochabamba, aunque ellos mismos reconocen que se requiere de un suma económica importante para contar con la infraestructura necesaria para la crianza de los cerdos.
En Cochabamba cada mes se producen 6 mil cabezas de cerdo, unos 540 mil kilos, sin embargo este número se duplica en épocas altas sobre todo en las fiestas de fin de año.
"Cifras gordas"
• Una cerda hembra de siete meses que pesa entre 50 y 60 kilos tiene un valor de 300 dólares.
• En Cochabamba, existen 250 granjas de cerdos.
• Cada cerdo tiene un peso que oscila entre 70 y 90 kilos.
• El 90 por ciento de la producción de Cochabamba va a los mercados de La Paz, Oruro y Potosí
• Los municipios que son pioneros en la crianza de cerdo en Cochabamba: Quillacollo, Sipe Sipe, Vinto y Sacaba. También cuentan otros municipios del valle alto.
La Paz, el mejor mercado
Según datos de la Asociación de Porcinocultores de Cochabamba, el 90 por ciento de la producción del departamento tiene como destino los mercados de La Paz, Oruro y Potosí.
En Cochabamba, las 250 granjas porcinas producen mensualmente 540 mil kilos de carne de cerdo. “Más nos busca el mercado paceño porque en el mercado local nos consumen, pero poco, y eso no nos conviene, mientras que de La Paz nos llevan arriba de 60 o 120 animales”, indica el presidente de la asociación, Alfredo Torrico.
Entre tanto, según datos que maneja la Asociación Departamental de Porcinocultores de Santa Cruz (Adepor), las 67 granjas afiliadas producen un promedio de 30 mil lechones mensuales que provienen de 17 mil madres de un alto valor genético.
De este total de animales que se comercializan, unos 15 mil se van hacia el mercado paceño y una cantidad similar se quedan en su tierra de origen, Santa Cruz
SU ESPERMA CUBRE HASTA 150 REPRODUCTORAS
Un verraco de alta calidad genética vale más de $ 2 mil
La granja o el productor que tienen la meta de hacer crecer su granja y contar con más rentabilidad en la producción de carne de cerdo debe tomar como primer paso la adquisición de un verraco (cerdo macho genéticamente mejorado) para impulsar inmediatamente el rendimiento de sus lechones de engorde.
En la Granja Agropecuaria El Carmen, de Apote (Quillacollo) existen tres verracos importados de Argentina de la raza Pic Andina, que, por su gran valor genético, tiene un costo de 10 mil dólares uno, otro de 3.800 y el tercero de 2 mil.
Al consultar si vale la pena una inversión de esta naturaleza, el propietario contesta que sí porque, por ejemplo, el primero está apto para depositar su esperma tres veces a la semana. A través del sistema natural de monto, un verraco puede llegar a cubrir entre 20 y 25 hembras, pero, a través del sistema de inseminación in vitro, un macho puede ampliar su cobertura a 100 o 150 reproductoras, triplicando rendimiento, lo cual es muy rentable para cualquier granjero.
Una vez extraído del animal, el semen es cuidadosamente depositado en tubos de ensayo en un ambiente de 16 grados centígrados. Es necesario contar con un ambiente adecuado para almacenar estos espermas al igual que todo el instrumental veterinario para realizar la inseminación artificial a las cerdas hembras.
Los granjeros explican que una hembra cuando está en celo, lista para ser inseminada, recibe tres dosis en tiempos diferentes, pero bien cronometrados, con el fin de que los resultados sean óptimos y no vanos.
Los verracos también tienen una alimentación balanceada al igual que el resto de los cerdos, pero acorde a la función que cumplen y que en este caso es asegurar la calidad de su descendencia y las mejoras que vayan a tener los futuros lechones.
El macho reproductor recibe una alimentación diaria de 16 raciones que consisten en maíz, soya y suplementos químicos.
Genética cruceña
Santa Cruz es el departamento líder en la genética porcina. La Genética Líquida PIC es marca registrada de Estados Unidos que se halla en el mercado cruceño y ahora también ingresa en la comercialización de semen de cerdo con alta calidad genética.
El productor obtiene buenos resultado en la parte del plantel en las madres, buena cantidad de nacidos, buena fertilidad y alto mérito genético.
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