Los animales, uno blanco y otro negro, aparecieron por sorpresa en un barrio residencial de la localidad de Sun City y burlaron repetidamente los esfuerzos de aquellos que intentaron detenerlos.
Las llamas —que pueblan las montañas andinas de Perú, Chile, Bolivia, Ecuador y Argentina— detuvieron el tráfico de una de las arterias principales de la ciudad hasta meterse a gran velocidad en una extensa zona industrial repleta de estacionamientos.
Como si se tratara de una persecución policial por una autopista, un helicóptero captó desde el aire cómo un grupo de hombres acorralaba a la llama blanca, hasta que uno de ellos logró capturarla lanzándole una cuerda al cuello.
El animal se calmó de inmediato y no opuso resistencia mientras era conducido hasta un remolque especial para su transporte.
Las llamas habían sido llevadas a un centro de rehabilitación cercano en el que está ingresado un ranchero, como parte de una terapia con animales, según explicó el oficial Brandon Jones, de la oficina del sheriff del condado de Maricopa, al que pertenece Sun City, citado por el diario local The Arizona Republic.
La puerta del remolque en el que viajaban se abrió de golpe y, presas del miedo, escaparon. En el interior del vehículo permaneció una tercera llama que no siguió a sus compañeras, precisó Jones.
Ambas deambularon durante más de una hora poniendo en peligro a los vecinos que se fueron encontrando en su huida, pero nadie resultó herido.
El incidente causó sensación en las redes sociales, en las que los usuarios de Twitter no dejaron de bromear sobre la insólita situación hasta convertir el tema en “trending topic” en Estados Unidos con las etiquetas #llamas y #teamllama (equipo llama).
El equipo de fútbol americano Arizona Cardinal anunció jocosamente en Twitter haber firmado un contrato de un año con los animales. “Cada llama ganará 2.430 libras (cerca de una tonelada) de heno”.
Google también se sumó a la lluvia de reacciones invitando a los tuiteros a jugar al juego Llama Run, mientras que Disney colgó un divertido dibujo de un auquénido con la leyenda Llama drama.
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