Se despierta a las seis de la mañana para bañarlos, alimentarlos, acomodarles las camas. Cuando pasa el tiempo y se van haciendo más grandes, les enseña a pararse y caminar. Cualquier persona pensaría que se trata de la historia de un padre con sus hijos, pero en realidad se trata del relato de Óscar Mano, un “tratador” de animales de la hacienda Nelori, que desde hace más de diez se dedica a esta actividad.
Los eventos más importantes, las graduaciones para sus “hijos”, se realizan cada año en la feria ganadera de abril, y la Fexpocruz, en septiembre. Deben sobrepasar los dos meses de preparación. A partir de los siete meses los animales comienzan a competir, una acción que realizarán hasta una edad muy adulta, que para ellos significa bordear los 16 años de edad.
En la cabaña donde trabaja, según relata, cada cuidador es responsable de alrededor de 10 animales. Si bien el trabajo diurno se resume en tres horas diarias, el cuidador aclara que los animales comen cuatro veces al día, se los baña dos veces, se debe cuidar de sus hábitos y estar atento durante las veinticuatro horas.
La labor Hernán Reyes, de la cabaña Capiguara, lleva poco más de un año con este trabajo, que le proporciona, además, alimento y comida. "Para realizarlo debe tener cariño por estos animales. Hay que reprenderlos, pero no golpearlos", dice. Su salario promedia los Bs 3.000, pero con mayor experiencia señala que puede incrementarse.
Los protagonistas escondidos. Los cuidadores de animales son una raza escasa y muy particular, dice la propietaria de la cabaña "Circulo A", Gina Ferioli. No todos tienen el temperamento para ser cuidadores, comenta, algunas personas son muy aburridas y llegan a golpearlos. "Otros se cansan pronto de su trabajo y buscan otro en la ciudad". Ferioli destaca que cuando un animal resulta ganador el premio es también para ellos. Con el tiempo, un buen cuidador se valúa más en cuanto a su salario y puede llegar a aspirar incluso a asumir un rol administrativo.
"Es un trabajo sin feriados", comenta Denis Prata, jefe de ganadería de la cabaña El Trebol. Por eso cada tres meses otorgan un bono del 25% sobre su salario. Adicionalmente, por cada venta les entregan un bono. A la finalización de los remates, los organizadores realizan un concurso en el cual, uno de estos célebres trabajadores puede ser elegido como el mejor del año.
De los primeros rayos del sol al ocaso
Los tratadores de animales asumen el cuidado del ganado. dependiendo de su trato estos animales llegan a vivir más de 16 años. a partir de los 7 meses ya están en competición.
10.000 dólares
Monto mínimo por animal que invierten las cabañas para asegurar un buen cuidado.
25% del sueldo
Es el bono de incentivo que otorga cada tres meses, cabaña El Trebol, para sus trabajadores.
EXPOCRUZ 2011
'Di Stefano', el peso pesado mayor de la Feria
Si de hablar de campeones de peso pesado se trata, "Di Stefano", el nelore de la cabaña El Trebol, se lleva los laureles. Con 1.215 kilogramos y 35 meses de edad, fue premiado como el animal más pesado. Seguido de cerca por Apolo TE, de 1.175 kilogramos, de 36 meses, de la cabaña Galicia. Hubo tercer lugar para Carnaval de Moxos, con 1.165 kilogramos, de 34 meses, genéticamente desarrollado en la cabaña Moxos.
En la categoría "peso pesado" de la raza nelore mocho, la distinción fue para Cadell de CG, de 36 meses, de rancho La Caldera. En segundo lugar quedó Ipacaraí TE, de 1.120 kilogramos, propiedad de la cabaña Nelorek. El tercer lugar fue para Eboy TE Sausalito, con 1.120 kilogramos, de 32 meses, de cabaña Sausalito. Javier Landivar, gerente de Asocebú, informó que la competencia contó con la participación de jurados del Brasil y Estado Unidos, que destacaron una vez más el buen desarrollo genético de estos animales.
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