Es un ganado rústico que vive en áreas proclives a la inundación o zonas pantanosas, se adapta a los efectos del cambio climático y su crecimiento es más acelerado, pero además produce una carne menos grasosa y una leche más consistente con más propiedades nutritivas.
Éstas son las razones por las que la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) desde la Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias impulsa la crianza del ganado bufalino en el trópico de Cochabamba.
El objetivo a nivel general es apoyar la seguridad y soberanía alimentaria en el país, tomando en cuenta que a inicios del 2014 miles de cabezas de ganado murieron a causa de las constantes lluvias que inundaron cientos de terrenos en Beni y parte de Santa Cruz.
La directora Académica de la Facultad, Patrocinia Varon, explica que la crianza de búfalos puede ser una alternativa para el productor y también para el propio consumidor, que es la población.
Si bien los beneficios del ganado bufalino no son conocidos en el país, la UMSS apuesta por la crianza de estos animales porque después de muchos estudios se determinó que la leche de las búfalas es más nutritiva y más consistente que la leche convencional y que además contiene omega 3 y 6 y mayor porcentaje de grasa.
“Por otro lado, la carne es mucho más magra no contiene tanta grasa (a la inversa de la leche). Entonces, es una carne bastante sana, nos permite tener una alimentación más adecuada”, indica Varon.
La UMSS tiene en su granja ubicada en Valle de Sajta en el municipio de Puerto Villarroel, al menos 120 animales, el 70 por ciento son hembras. Existen búfalos desde recién nacidos hasta más de 15 años.
“Creemos que éste es un gran desafío para la propia Universidad y por nuestra propia esperanza sembrada es que hemos estado en contacto con la Mancomunidad del Trópico, y (sus representantes) se han dado cuenta de que tienen el medio y no están aprovechando”, explica.
Acuerdo académico
Con el objetivo de difundir y ampliar el interés de la crianza de búfalos, la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) mediante la Facultad de Ciencias Agrícolas organizó en noviembre un seminario internacional sobre el manejo, producción y mejoramiento del ganado bufalino en el trópico húmedo de Bolivia.
Esto permitió reunir a todos los criadores de búfalos del país. La Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) de Argentina firmó un convenio con la Facultad de Ciencias Agrícolas y Pecuarias de la UMSS para apoyarla de forma permanente, compartiendo la experiencia en la bubalinocultura.
"Hemos unido fuerzas en lo que es Beni, Santa Cruz y Cochabamba, y obviamente lo que buscamos es sembrar esos lazos para ir mejorando la ganadería. La esperanza está puesta en que de aquí a unos años vamos a estar vendiendo la carne de búfalo", explica Varon.
La UNNE, a través de la labor de investigadores de la Facultad de Ciencias Veterinarias, fue un eslabón relevante para el desarrollo de la ganadería bubalina y el conocimiento de esa actividad.
A la fecha, este país importa carne seleccionada de búfalo de países asiáticos.
RAZAS BUFALINAS
Mediterránea
Los búfalos de la raza Mediterránea están más destinados a producir carne.
Gracias a la mejora genética, los búfalos tienen mayor peso y una carne más magra, es decir, con menos porcentaje de grasa. El cuero de este animal es también más aprovechado.
Murrah
Los búfalos de la raza Murrah están más inclinados a la producción de leche.
Si bien las búfalas no producen gran cantidad de leche, ésta tiene como principal característica que es más concentrada y con más propiedades nutritivas.
EL PRODUCTOR TIENE MAYORES OPCIONES DE GANANCIA
La crianza del ganado bufalino es más económica
El decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas, Juan Villarroel, explica que existe una diferencia marcada entre la crianza bufalina y la bovina. La primera es que la alimentación en los búfalos es más económica y aun así tiene buenos resultados en la producción de carne.
En cuanto a la producción de leche, la diferencia es grande porque la búfala sólo produce cinco litros por día, mientras que una vaca puede llegar a los 30.
Sin embargo, la leche de búfala rinde más. Por ejemplo -explica Villarroel-, el verdadero queso mozzarella es elaborado con leche de búfala y no de bovino.
La preferencia radica en que para obtener un kilo de queso mozzarella sólo se necesitan seis litros de leche de búfala, mientras que para la misma cantidad del producto se requieren ocho litros de leche bovina.
Además, estos animales son más rústicos, de gran peso y tamaño, por lo que se requiere de un mayor pastizal para su crianza.
“Por ejemplo, los reproductores, en el caso de los machos, llegan fácilmente a los 850 kilos, mientras que las hembras alcanzan los 600. Nos dan una cría por año, y la ganancia de peso es mucho más rápida con relación al bovino”, explica la directora académica de la Facultad de Ciencias Agrícolas, Patrocinia Varon.
Otra diferencia es que la carne sale a la venta a los dos años y medio en el caso del ganado bovino y a los 18 meses en el bufalino. Quiere decir que al año y medio ya se tiene una carne de buena calidad.
“El búfalo es un animal bastante rústico. Prácticamente dándole una mínima cantidad de sales minerales y algún tipo de suplemento, tranquilamente podríamos tener la reproducción activa y la producción”, indica Varon.
El búfalo puede pastarse en tierras mal drenadas, inundables y de baja fertilidad, tierras que en la mayoría de los casos están ociosas, ya que el vacuno no sobrevive en ellas.
En el trópico de Cochabamba, abunda este tipo de tierras, y esta especie es una opción para el aprovechamiento de las mismas.
Los porcentajes de preñez y la natalidad son superiores en el búfalo, con menor inversión en medicinas veterinarias.
La longevidad del vacuno es de alrededor de 10 años en producción, en fincas bien manejadas, mientras que el búfalo puede permanecer en forma productiva en el rebaño hasta por 20 años.
Por ser más pesados, producen más estiércol que también es aprovechado.
ENTREVISTA
Jhasmany Medrano, Presidente de la Federación de Productores de Leche de Cochabamba
"Apoyamos el tema de la investigación"
Apoyamos el tema de que la universidad haga investigaciones, que tenga esta clase de iniciativas, pero tendrían que verse los resultados en un tiempo determinado y en realidad el mercado tiene que aceptar.
La población tiene que conocer si es una buena carne o una buena leche.
Por ejemplo, en España la leche de cabra compite con la leche de vaca, y la más cotizada es la de cabra para queso y mantequilla. Es lo mismo, eso ha tenido su tiempo, han pasado generaciones de investigación y dedicación.
Nosotros hemos tenido ese tiempo y ese espacio durante 70 años en el tema lechero y por esa misma razón damos a conocer que en el trabajo que se ha hecho en el sector lechero es una avtividad de mucho esfuerzo, dedicación, empeño y también sacrificio.
Sinceramente, no conocemos, como productores de leche, las características que tienen las búfalas en cuanto a la producción de este alimento, si producen mucho o poco y de qué calidad, pero no estamos cerrados: tendríamos que averiguar.
Los productores de leche utilizamos una genética americana y canadiense para tener mayor producción. El productor lechero no va tanto por la calidad, sino por la cantidad: si una vaca produce cinco litros día no es factible. Tiene que estar por encima de los 20 litros.
En este sentido, podía ser factible ingresar al campo de criar búfalas para aprovechar la producción de leche, pero esto debe estar sujeto a una investigación. La Universidad tendrá que demostrar la experiencia a partir de las investigaciones que realiza, tener más seguridad en relación a lo que se quiere vender como producto.
Confiamos en el trabajo de la Universidad Mayor de San Simón porque incluso nosotros tenemos un centro de producción lechera que avanza en temas de investigación con la genética y la mejora de las vacas lecheras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario