domingo, 8 de mayo de 2011

La fiebre aftosa no se transmite como se pensaba

El virus que causa la fiebre aftosa en el ganado sólo es infeccioso durante un período corto –la mitad del tiempo que se pensaba– y por lo tanto las estrategias de control de la enfermedad han estado equivocadas, revela una investigación.

Estas estrategias para detener la propagación de la enfermedad involucran matar a grandes números de cabezas de ganado con pérdidas económicas enormes.

Tal como señalan los científicos en la revista Science, el hallazgo no sólo replanteará estas medidas de control, sino también podría cambiar la forma como se han visto hasta ahora las enfermedades infecciosas en general.

La fiebre aftosa es una de las enfermedades virales animales más graves, debido principalmente a que es altamente infecciosa y puede transmitirse fácilmente entre animales domésticos y salvajes.

Pérdidas enormes

Cada año este trastorno es responsable de enormes pérdidas en el comercio global de ganadería y los países donde el virus es endémico deben gastar grandes sumas de dinero en estrategias de vacunación y prevención de la enfermedad.

Cuando brota una infección, como ocurrió en el Reino Unido en 2001 con la mayor epidemia de fiebre aftosa en varias décadas en ese país, hubo que matar a millones de animales para controlar la infección y la industria ganadera sufrió pérdidas de miles de millones de dólares.

Ahora, sin embargo, científicos de las universidades de Edimburgo, Escocia, descubrieron que estas estrategias de control quizás han estado equivocadas.

La enfermedad es causada por un virus, llamado picornavirus, que provoca fiebre en los animales y la aparición de úlceras o aftas en la boca, lengua y pezuñas.

Los científicos llevaron a cabo varios experimentos con ganado para investigar cuál era el período de incubación y de infección precisos de este virus.

Descubrieron que aún cuando se detecta el virus en una muestra de sangre –como se hace actualmente cuando se sospecha la enfermedad– esto no necesariamente significa que el animal sea infeccioso.

"Logramos detectar, de forma muy específica, la relación entre el momento en que el animal es infeccioso con fiebre aftosa y el momento en que muestra los signos clínicos de la infección" afirma el doctor Mark Woolhouse del Instituto de Salud Animal de la Universidad de Edimburgo, uno de los autores del estudio.

Actualmente, explica el científico, sólo se sabe que una persona o animal está infectado con una enfermedad cuando aparecen los síntomas.

Por ejemplo, se piensa que cuando la gente estornuda o tose puede contagiar a los demás con el virus de influenza.

Pero en realidad, dicen los investigadores, hasta ahora –y no sólo en relación a la fiebre aftosa sino a la mayoría de las infecciones– ha habido muy poca evidencia que muestre cuál es la relación entre los síntomas de una infección y su grado de contagio.

Síntomas y contagio

Ahora, sin embargo, los científicos descubrieron que, en el caso de la fiebre aftosa, los síntomas clínicos y su grado de contagio ocurren casi al mismo tiempo. En varios experimentos con vacas los científicos observaron la forma como se transmitía el virus. Los resultados mostraron que, una vez que aparecen los síntomas de la enfermedad, los animales enfermos sólo son infecciosos durante medio día.

"Descubrimos un período de oportunidad en el cual, si el animal contagiado es detectado y separado del resto del ganado, no habría necesidad de una matanza preventiva en el área inmediata de una granja infectada" afirma el doctor Woolhouse. "Esto nos presenta ahora la posibilidad de desarrollar nuevos sistemas de prueba con los cuales podremos detectar a los animales contagiados más temprano y reducir la propagación de la enfermedad", agrega el investigador.

Si el animal contagiado es detectado y separado del resto del ganado, no habría necesidad de una matanza preventiva

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