Los mercados de Europa y Asia muestra interés por el producto
De forma discreta, casi inadvertida, se realiza en el país la crianza de vicuña, portadora de una fina fibra que alcanzó una cotización de $us 430 el kilo en el mercado internacional.
De acuerdo con Yván Reynaga Fernández, director ejecutivo del Proyecto de Apoyo a la Valoración de la Economía Campesina de Camélidos (VALE), este incremento responde a la gran demanda del producto en el mercado europeo e incluso en países vecinos como Perú, donde se fabrican textiles con el material.
“El kilo de la fibra de vicuña está llegando a costar 430 dólares”, comentó Reynaga, quien precisó que en 2010 se exportó una buena cantidad del producto.
Los recursos captados por la venta del insumo se dirigen a las comunidades que se dedican a la crianza de camélidos, al Gobierno, a través del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras, y a las gobernaciones.
Aunque un censo de vicuñas realizado en 2005 reportó un total de 10.350 animales en el país, estudios más recientes dan cuenta de que Bolivia, después de Perú, es el segundo país con mayor cantidad, ya que se tiene estimado que en tierras comunitarias del país habitan más de 60.000 animales de esta especie, gracias al repoblamiento de camélidos.
No obstante, en algunas regiones es considerada una plaga porque ataca los cultivos de papa, cebada, kañahua, y al mismo tiempo compite con el ganado doméstico por los pastos nativos y el agua.
El aprovechamiento sostenible de la fibra de vicuña apoya a la conservación de la especie. Por ejemplo, se usa la fibra sin tener que sacrificar al animal y, lo más importante, se otorga a un mamífero silvestre un valor económico muy alto.
Precisamente, el objetivo definido por el Proyecto VALE apunta a incrementar la producción de la fibra de vicuña y así mejorar los ingresos para las comunidades. Los criadores de estos animales acceden a créditos para comprar equipos de captura y de esquila (corte de fibra).
CÓMO SE OBTIENE
Uno de los principales lugares donde se encuentran las vicuñas es el Área Natural de Manejo Integrado Nacional de Apolobamba, situado entre las provincias Franz Tamayo y Bautista Saavedra, a unos 250 kilómetros al noroeste de la ciudad de La Paz y a más de 4.500 metros de altura sobre el nivel del mar.
En la zona se capacita a los productores para el trato sostenible de los animales, dentro de grupos de trabajo integrado por ingenieros, agrónomos y técnicos.
La primera tarea que se les instruye a los productores es la captura de los animales, que se realiza por los meses de septiembre, octubre y noviembre. En tanto que la esquila se la realiza cada dos años. Cada animal produce 200 gramos de fibra, en promedio, cada dos años.
La parte más fina y suave de la fibra se halla en el lomo del animal, de donde se saca un vellón que tiene una gran aceptación en el mercado mundial de los textiles por su suavidad. Otra etapa del trabajo se la denomina predescerdado y también el descerdado, donde se obtiene una fibra aún más fina, que tiene un mayor precio.
Entre 2005 y 2009 el país exportó 1.393 kilogramos de fibra por un valor de 632.010 dólares, de acuerdo con datos del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).
Se acopiaron 1,4 toneladas en 2010
Durante el año anterior se acopiaron 1.400 kilogramos de fibra de vicuña, valorados en 602 mil dólares, de acuerdo con un informe del Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap).
La fibra fue acopiada por las asociaciones regionales de Apolobamba, Sajama, Sur Lípez, San Andrés de Machaca, Pacajes y Quri Qarwa. Estas zonas están ubicadas por encima de los 3.800 metros sobre el nivel del mar.
Precisamente, la vicuña habita en ecosistemas altos, en zonas donde no compite con los rebaños de animales domésticos.
La vicuña es uno de los cuatro camélidos andinos (vicuña, llama, alpaca y guanaco) que viven en territorio boliviano.
El Gobierno se ha propuesto impulsar el buen manejo y aprovechamiento de su fibra, que se realiza a través comités que ejecutan acciones de conservación y protección de la especie, para incrementar su población y mejorar la calidad de vida de las familias que habitan en las zonas más alejadas en la parte andina del país.
“Es muy caro y difícil de conseguir”
De acuerdo con Felipa Ayala, representante de Artesanías de Altura Yuriña, dedicada a la producción de tejidos en camélidos, es difícil conseguir la fibra de vicuña en el país, además de que el precio es muy elevado.
“Hemos elaborado algunas mantillas con telar, con hilado muy tradicional, pero que no es muy aceptado en el mercado externo y por eso no estamos produciendo”, comentó la empresaria.
En tanto, Claudia Patricia Argueda, gerente general de Arte y Diseño Claudia Patricia, dedicada a los tejidos en alpaca, comenta que “sólo realizamos trabajos con fibra de vicuña a pedido porque es carísima la producción”.
“Una chompa (de vicuña), la más barata es de ochocientos o mil bolivianos”, señaló.
Artesanías de Altura Yuriña y Arte y Diseño Claudia Patricia participaron de la Feria Internacional de Textiles (Fitex-2011), organizado la pasada semana por el Conglomerado Textil Boliviano (Cotexbo) con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
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