La sequía más aguda que azota al país en los últimos 30 años, recrudecida por la ola de incendios, se cobró la vida de 20.400 cabezas de ganado en oriente, la mayoría en Beni, generando una pérdida económica que supera los 254 millones de dólares. A dos años de un golpe que recibió el sector ganadero tras las inundaciones que afectaron al país en 2014, otro fenómeno natural acaba con la fuente de subsistencia de decenas de ganaderos.
La Federación de Ganaderos de Beni y Pando (Fegabeni) reportó una pérdida de 20 mil cabezas entre enero y agosto de este año, aunque la mayoría corresponde a este último mes. "Ahora se trata de salvar lo que se puede", dice el gerente de Fegabeni, Carmelo Arteaga.
Entre Beni y Pando suman unos 900 ganaderos afectados. En estas dos regiones las pérdidas suman alrededor de 130.150.000 dólares en infraestructura pecuaria, maquinaria y equipo, muerte de animales, abortos y muerte de neonatos, pérdida de peso en el hato general y pérdidas de pastura.
En Santa Cruz, suman 400 cabezas de ganado muertos y 200 ganaderos afectados (sumando valles y chaco), explica el presidente de la Federación de ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), José Luis Vaca, quien agrega que la pérdida por el ganado suma 200 mil dólares y 124 millones más por la pérdida de peso por animal.
La situación “sigue agravándose porque las lluvias del otro día fueron sólo en parte de la Chiquitanía, pero bastante limitada. Lo demás se sigue agravando", explica.
Ambos dirigentes coinciden en marcar agosto como el inicio de la agudización de la sequía. Con la experiencia de años anteriores, se esperan mayores consecuencias en septiembre, octubre y noviembre.
"Ya no se trata de salvar animales, se trata de salvar familias, patrimonios de familias. Evitar que los pequeños ganaderos entren en déficit y se genere desempleo", indica Vaca.
Abastecimiento
Sin embargo, el abastecimiento de carne en el mercado interno aún está garantizado. Vaca afirma que actualmente existen 15 mil toneladas de superávit. El consumo interno en el país es de 120 mil toneladas al año y el per cápita, 20 kilogramos, uno de los más bajos de Latinoamérica, si se considera que países como Argentina llegan a 70 kilos per cápita, explica Vaca.
El ministro de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, aseguró hace unos días mediante comunicado, que ante la sequía le correspondía proveer forraje y semilla. Justamente, la semana pasada, llevó un stock de forraje a Santa Cruz y Oruro (departamento con poca tradición ganadera, pero que también fue afectado por la sequía).
Sin embargo, los ganaderos de Beni y Santa Cruz reclaman que el Gobierno se centre en trasladar agua, sales de rehidratación e insumos de atención veterinaria a todas las regiones afectadas.
Este medio intentó acceder a una versión oficial sobre la afectación de la sequía al sector ganadero en el Ministerio de Desarrollo y Tierras, pero no se tuvo éxito.
Los ganaderos de Pando, Beni y Santa Cruz, también afrontan problemas de escasez de forraje por los constantes incendios a raíz del chaqueo y la sequía.
Según el área de Planificación y Estadística de Fegasacruz, de 11 rubros que componen los insumos de alimentación para el ganado, ocho subieron de precio en tres meses. Por ejemplo, el afrecho de maíz se elevó de 32 bolivianos el quintal en marzo a 80 en junio.
Suspenden repoblamiento
Los problemas suman. Este año, el sector ganadero estaba listo para implementar 700 mil matrices nuevas de ganado como un proyecto de repoblación del sector que tenía que ser ejecutado en tres años. Sin embargo, el gremio se vio en la necesidad de suspender el proyecto ante los conflictos por la sequía y la sobreoferta de carne.
"Lo que no se puede importar sigue aumentando la producción porque igual la sobreoferta desmorona los precios", explica Vaca.
Por su parte, Arteaga señaló que su sector necesitaba alrededor de cinco años para reponerse del golpe de las inundaciones, pero se vino la sequía. Ante esa situación, los ganaderos de Beni y Pando consideran no hallarse en las condiciones para asumir inversiones en repoblamiento.
Vaca acota que el Gobierno tiene previsto introducir 20 mil vaquillas que coadyuvarían a acrecentar la sobrepoblación que actualmente atraviesa el sector ganadero.
BUSCAN MERCADOS EUROPEOS Y ASIÁTICOS
Quieren exportar, pero los trámites demandan 6 meses
Los ganaderos de oriente tienen como horizonte la exportación de la carne, pero materializar un proyecto como ése implica, entre otros requisitos, un trámite de al menos seis meses, según explica el presidente de la Federación de Ganaderos de santa Cruz (Fegasacruz), José Luis Vaca. "Es un proceso muy largo, no es que porque se sacó el decreto, mañana estamos exportando", ironiza.
El dirigente ganadero explica que primero se deben homologar los protocolos sanitarios con el país al cual se pretende vender y cumplir requisitos de la Organización Mundial de Comercio (OMC). "Luego, nos hacen una inspección los posibles compradores y recién intervienen las negociaciones entre privados", expone.
"Las exportaciones (actualmente) son muy bajas porque para hacer una exportación de carne, no es no más sacar un decreto y que ya vayamos a exportar", insiste.
El sector tiene 15 mil toneladas de carne de res excedente que bien podrían ser destinadas a la exportación. Según Vaca, los ganaderos bolivianos ya cuentan con presencia en los mercados peruano y ecuatoriano, los cuales, sin embargo, tienen un consumo muy reducido. Actualmente, buscan consolidar clientes en países europeos y asiáticos.
Vaca también resalta que la oferta de Bolivia con relación a otros países es muy baja. Ejemplifica indicando que Paraguay cuenta con una oferta de 400 mil toneladas de carne para exportar.
Por su parte, el gerente de la federación de Ganaderos de Beni y Pando (Fegabeni), Carmelo Arteaga, sostiene que su sector no cuenta con las posibilidades técnicas para exportar carne. "No tenemos mataderos de primer nivel, que es lo que se necesita para poder exportar. No tenemos aduana. Cuando se exporta, se lo hace a través de Santa Cruz", explica.
Añade que su sector se centra en transportar materia prima a Santa Cruz.
Con ese contexto, el crecimiento se vio estancado desde 2010 por diversos factores y cayó en 2014 respecto a 2013.
El hato ganadero de Beni asciende a 3 millones de cabezas de ganado, de las cuales 2,5 millones están destinadas a abastecer el consumo interno del país. El resto es absorbido por el mercado interno de Beni.
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