jueves, 5 de septiembre de 2013

En el Chaco de Tarija hay unas 2.000 reses muertas

Para los ganaderos, Villa Montes es una zona roja en la que ya no cuentan los mapas, que antes indicaban que la zona norte era la más seca que registraba gran mortandad de bovinos. Ahora está todo "patas arriba", por lo que el centro y el sur del Chaco tarijeño considerados húmedos, son los que más daños registran.

En lo que va del año en la región murieron unos 2.000 bovinos, por falta de alimento y agua, y si se toma en cuenta que el precio promedio de cada animal es de Bs 2.000, las pérdidas suman Bs 4 millones.

Este panorama gris lo dio a conocer Javier Cuéllar, presidente de la Federación de Ganaderos del Gran Chaco (Fegachaco), que llegó a la comunidad de La Victoria, a 130 km de Villa Montes, muy cerca de la frontera con Paraguay y con Argentina.
Cuéllar remarcó que la situación es desastrosa, que la ayuda de forraje y agua que reciben del municipio se está volviendo insuficiente, por lo que será necesario tocar otras puertas, como la de la Gobernación.

En el lugar viven unos 60 ganaderos, que desde 2012 no saben lo que es una lluvia, sus predios están llenos de polvo, el ganado literalmente come tierra, pues la ayuda del municipio, en especial forraje, apenas son algunos kilos que duran unas horas.

Forraje insuficiente
Bautista Yepes, presidente de la filial La Victoria, indicó que en estos días recibieron 18 rollos de forraje de unos 300 kilos cada uno, para que se lo distribuya entre los 60 productores, por lo que determinaron, para que el producto alcance, que los animales que aún pueden soportar no reciban el alimento y se dé prioridad a los que están en riesgo de morir.

Sobre el tema, Roberto Salazar, oficial de desarrollo local del municipio de Villa Montes, sostuvo que la institución está haciendo el máximo esfuerzo para responder a esta emergencia y que analizarán un programa integral para tener una mejor respuesta a esta sequía que a su criterio es histórica.

Tierra adentro
Humberto Castillo tenía 200 bovinos, pero 12 ya murieron. En su predio el olor a carne putrefacta es notorio y el aleteo de los suchas indica en qué lugar están los restos de estos animales.

Castillo lamenta la falta de reacción de las autoridades y el lento trabajo en el sistema de provisión de agua.
Más adentro, en la comunidad Cabayo Iripotí, en donde solo hay tierra, árboles secos y bovinos que lamen el piso, Teodora Castillo, una mujer que dio a luz a 11 hijos, aprieta los labios para no gritar y tirar la toalla.

Cuenta que siente impotencia cada vez que sus animales caen en el piso árido y ya no pueden levantarse, o las veces que quedan atrapados en el lodo del río Pilcomayo y, por estar débiles, mueren enfangados en el lugar

Cifras

1.500 ganaderos
Es la cantidad de asociados a Fegachaco. Hoy mantendrán una reunión en Villa Montes para ver la manera de mitigar los efectos de la sequía que afecta a todas las filiales de la región. Más forraje y agua son las prioridades.



80 bolivianos
Es lo que pagan por el cuero de las reses que fallecen. Su precio habitual llega a Bs 150, pero los ganaderos deben venderlo a Bs 80. Su carne no es comestible, sus cuernos muchas veces están infectados, por lo que no son requeridos.

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