En la provincia Ingavi, a unos 100 kilómetros de La Paz, estos animales viven en libertad.
La camioneta avanza con alguna dificultad por el camino que separa Aguallamalla de San Andrés de Machaca, en la provincia Ingavi. De pronto, a menos de 20 metros al costado de la ruta, el ruido del motor asusta a un joven y hermoso ejemplar de vicuña que ramoneaba entre la yareta.
Será el primero de casi una treintena de vicuñas que vagan libremente sin ser molestadas por los campesinos y que, inclusive, toman el camino vehicular.
Su presencia es común. Sólo los visitantes se asombran al ver a estos elegantes y majestuosos camélidos andinos que, pese a haberse multiplicado en las últimas dos décadas, aún están en peligro de extinción.
LA FIBRA. Doña Eleuteria y nada más, según su propia afirmación, es comerciante en la población de Jesús de Machaca. Sentada en la puerta de su tienda, hila lana con una rueca.
El material que manejan sus hábiles y expertas manos es de color café claro. Tiene el mismo tono de las vicuñas.
Y la pregunta surge automática. ¿Es fibra de vicuña?
La mujer sonríe y relata: “Sí, pero no es todo. Estoy haciendo una mezcla con lana que compré en Desaguadero. Hace tiempo que tenía un poco de vicuña”.
La comerciante revela que ya no es posible conseguir el delicado vellón porque “todo, todo siempre se está yendo a la exportación, nada queda para nosotros”.
En Bolivia, la propiedad de las vicuñas es estatal, pero las comunidades campesinas asentadas en el mismo hábitat de estos animales tienen derecho a usufructuar su fibra con carácter exclusivo.
Por ello, no hay criadores de vicuñas, pues éstas desarrollan su vida en absoluta libertad y sólo son arreadas para la esquila.
Un kilo de fibra sucia cuesta entre 380 y 430 dólares, pero si el material ha sido tratado, lo que representa una merma del 18 al 20 por ciento, llega a costar entre 625 y 650 dólares.
La fibra descerdada se obtiene después de eliminar del vellón todo resto de pelo o cerda, vegetales, tierra, materia grasa, suciedad e impurezas.
9,8 por ciento de las vicuñas de Bolivia se encuentra en San Andrés de Machaca, a 100 kilómetros de La Paz.
Bolivia es el segundo país con mayor población de vicuñas después de Perú.
ESTADÍSTICAS
En 2008 se estimaba que en Bolivia había 67.278 ejemplares del camélido, contra 188.327 de Perú.
CARACTERÍSTICAS
Cada vicuña pesa entre 40 y 50 kilos, y mide 80 centímetros.
La fibra de su lana es la más fina del mundo. Tiene 15 milésimas de milímetro de diámetro.
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