El investigador, Milton Lérida, quien realizó un recorrido por la región días atrás, constató la situación de este proyecto –uno de los cuatro- que anunció el Gobierno en 2013 para sentar soberanía en el Silala, región fronteriza con Chile.
“El viernes 7 de diciembre el Mayor Fernando Veliz Villa, comandante de la Policía fronteriza con sede en la ciudad de Uyuni, junto a este corresponsal, visitamos el sector de las aguas del Silala y constatamos que las truchas no habitan en las piscinas construidas de cemento”, informó Lérida.
SENTAR SOBERANÍA
“Esta región es Bolivia, y tenemos la obligación de sentar soberanía sobre nuestros recursos naturales”, dijo el presidente Evo Morales el 28 de marzo de 2013 en la inauguración de este proyecto denominado: “Proyecto de Desarrollo Productivo de la Trucha en las Aguas del Silala”, ejecutada por la Empresa R. T. G. Construcciones S.R.L.
El proyecto se inauguró en el cantón Quetena, provincia Sud Lípez del departamento de Potosí, plan de desarrollo productivo de la trucha en las aguas del Silala, mediante el funcionamiento de la infraestructura piscícola consistente en seis estanques de desove, alevinaje, engorde, crianza y depósito de truchas.
La meta era criar 21.000 truchas lo que generaría 5.400 kilos de carne por año, que aseguraría empleos y seguridad alimentaria a pobladores de esa región cordillerana.
La fase inicial contemplaba la construcción de seis piscinas instaladas cuya administración estaría a cargo de una unidad militar acantonada en la zona, en este caso, el Regimiento de Infantería 4 LOA.
A pesar de las promesas y después de casi seis años del acto inaugural, hoy, el criadero luce abandonado y no genera producción alguna.
“Las truchas viven en piscinas construidas rústicamente por los soldados del puesto militar de avanzada Silala, dependiente del Batallón “Loa”, asentado en la ciudad de Uyuni. Ya en una anterior visita hemos visto que las truchas no vivían en las piscinas de cemento, más al contrario estaban en las piscinas construidas por los soldados”, testificó Lérida.
Agregó que las truchas fueron alimentadas durante los primeros meses, pasó el tiempo, se acabó el alimento para los peces “y no existían las lombrices o insectos, que que viven donde existe vegetación dentro el agua y como en las piscinas de cemento no crece nada, entonces las truchas murieron poco a poco”.
Ante este escenario, Lérida afirmó que el proyecto de criadero de truchas en el Silala con la construcción de estanques de cemento que ahora se exhiben secos, se convirtieron en otro “elefante blanco” al igual que las viviendas construidas frente a la Unidad Militar el Silala, casas que ninguna persona de la región habita.
“Las piscinas de cemento en el sector de las aguas del Silala son un elefante blanco, donde se habrían gastado varios millones de bolivianos. Es una pena como se malgasta la plata de los bolivianos, especialmente de los potosinos en proyectos que hoy se constituyen en elefantes blancos, mientras que a las autoridades llamadas por Ley no les interesa nada”, protestó Lérida.
“Actualmente las truchas sobreviven con pan, que es parte de la alimentación de los soldados, indicaba el Jefe del puesto militar del Silala”, según Lérida quien agregó que es necesario realizar una auditoría para establecer responsabilidades.
DEMANDA
En 2016, ante el anuncio del presidente Evo Morales de presentar una nueva demanda internacional contra Chile, esta vez por el uso de las aguas de los manantiales del Silala, la presidenta chilena de ese entonces, Michelle Bachelet, se adelantó y demandó ante a Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por el uso de este recurso hídrico.
Este año, Chile presentó su memoria; Bolivia su contramemoria y una contrademanda y la Corte de La Haya resolvió pasar a la fase escrita que se prevé se desarrolle entre enero y mayo del 2019.
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