La Federación de Ganaderos del departamento de Beni, en el Amazonas boliviano, informó hoy de la muerte de al menos 60.000 reses debido a la ola de frío que afecta al país andino desde hace una semana.
El gerente de esa asociación, Carmelo Arteaga, dijo que la situación "es desesperante" y consideró que el sector necesita unos mil millones de dólares para reponer el ganado perdido y crear las condiciones para afrontar desastres naturales, según un reporte de radio Erbol.
El departamento de Beni, principal productor de carne de res de Bolivia, fue uno de los más afectados por las graves inundaciones registradas en el país entre octubre y marzo pasados, en las que también perecieron miles de cabezas de ganado.
Arteaga recordó que los ganaderos aún estaban recuperándose de los daños causados por las lluvias, cuando fueron sorprendidos por las bajas temperaturas, lo que ha empeorado aún más la situación.
Esta ola de frío, que provocó temperaturas mínimas de 16 grados bajo cero en algunas zonas del país, dejó en la última semana cinco personas muertas en Bolivia por hipotermia, dos de ellas en el departamento oriental de Santa Cruz y tres en las regiones andinas de La Paz y Potosí.
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