El ministro boliviano de Desarrollo Rural y Tierras, César Cocarico, pidió a la ONU que declare 2018 el Año Internacional de los Camélidos, como hizo en 2013 con la quinua, para promocionar sus productos.
Cocarico se reunió en Roma con el director general de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO), José Graziano da Silva, a quien presentó la propuesta de reconocer los camélidos (como la llama, la alpaca o la vicuña) por su importancia en la dieta y la economía.
El ministro explicó que esos animales son "parte de nuestra vida" y ofrecen una "alternativa para una alimentación sana", por lo que se debe velar por su conservación.
El 2013 fue declarado el Año Internacional de la Quinua, "un producto ancestral ignorado por mucho tiempo y ya reconocido como alimento para toda la Humanidad", dijo Cocarico, una experiencia que Bolivia pretende repetir con los camélidos.
"Los camélidos se están aprovechando en la industria como materia
prima en la confección de textiles y es muy importante para el millón de personas, una décima parte de la población de Bolivia, que vive de ellos", aseguró.
El titular de Desarrollo Rural acudió a la sede de la FAO coincidiendo con el Comité de Agricultura de la agencia que se celebra esta semana y que está debatiendo asuntos como su estrategia frente al cambio climático.
Cocarico afirmó que Bolivia está trabajando para no contribuir al cambio climático y apuesta por la conservación frente a un fenómeno que este año se ha visto reflejado en la falta de agua en el país andino.
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