viernes, 22 de marzo de 2013

Cómo criar gallinas: El corral debe estar limpio y bien ventilado

EL CORRAL Y EL GALLINERO

Entre el tercer y quinto mes, las gallinas ya pueden salir del cajón y soportar la temperatura ambiente. Podemos optar por hacerles un pequeño corral o dejarlas que correteen libremente por el terreno que tengamos. Aunque ésta última opción hace que necesiten menos comida que reteniéndolas en un gallinero, si campan a su libre albedrío pueden sufrir el ataque de predadores, perderse o enfermar.

Más o menos, necesitaremos un espacio mínimo de un metro cuadrado por gallina, sin contar el gallinero. Éste último tiene que estar resguardado, tener ventilación -sin que el viento afecte a las gallinas-, estar seco, con suficiente espacio, y, a poder ser, en el mismo lugar donde se criaron los pollos, para que puedan sentirse más cómodas. Utilizaremos para el comedero un cajón que colocaremos en un lugar donde las gallinas puedan comer de ambos lados.

Dentro del gallinero, colocaremos listones de madera de más de 3 cm. de diámetro a unos 30 cm. del suelo, para que las gallinas puedan dormir. Normalmente éstas suelen dormir en lugares altos, así que pondremos tantos como sean necesarios. Para los nidos, usaremos cajones de fruta cubiertos con heno y el suelo tendrá algún tipo de material absorbente. Cuando el suelo esté muy húmedo, quitaremos la viruta o la paja que hayamos puesto y sustituiremos por material nuevo. Hay que encalar las paredes al menos cuatro veces al año para desinfectar.

RECOLECCIÓN DE HUEVOS E HIGIENE

Para que las gallinas pongan huevos, tendrán que tener diariamente 14 horas de sol. Para solucionar la ausencia de luz solar en invierno, podemos recurrir a bombillas: con una por cada cuatro gallinas será suficiente. Para recoger los huevos (diez gallinas pueden poner seis huevos de media diarios durante todo el año), es necesario hacerlo dos veces al día, coincidiendo con el anochecer y el mediodía. Si se quedan durante mucho tiempo en el nido pueden romperse y que las gallinas se acostumbren a comérselos. Con el calor, tendremos que hacer más visitas al gallinero para refrigerar los huevos lo antes posible.

Los parásitos pueden ser uno de los problemas que surjan en el gallinero. Existen diversos productos que acaban con los piojos y ratas, principales fuentes de infecciones para estas aves. La limpieza es fundamental para evitar la aparición de enfermedades y parásitos. El corral, el gallinero, el agua y la comida deberán estar en perfecto estado de higiene.

Las gallinas que hayan enfermado deberán retirarse del resto para evitar contagios. Una visita del veterinario y la aplicación de las correspondientes vacunas son medidas esenciales para evitar males mayores en el corral.

Criar gallinas para que produzcan huevos y carne de calidad dependerá de unosbuenos piensos que tengan los elementos nutritivos necesarios. Si se deja a las gallinas libres para que piquen lo que quieran del jardín, su alimentación puede sufrir carencias, aunque si deseamos tener gallinas sólo por criarlas, sin intención de utilizar su carne, lo mejor es que se muevan libremente.

Los piensos de las aves tienen que tener un contenido completo de nutrientes para garantizar el buen desarrollo de sus funciones y un crecimiento sano y equilibrado, por eso, deberán tener hidratos de carbono, minerales, vitaminas, proteínas y grasas en las cantidades correctas.

Las cantidades establecidas de pienso varían a lo largo de la vida del animal. De hecho, una gallina o un pato que se va a destinar a carne, requieren abundante proteína en su dieta, aunque no es bueno darles demasiada proteína animal. Por otro lado, las gallinas ponedoras necesitan minerales para producir huevos.

Las semillas (de trigo, maíz, cebada, arroz, avena, sorgo, etc.) enteras o en harinas, suministran carbohidratos de calidad a las aves. La proteína vegetal puede obtenerse de las semillas de soja, algodón, frutos secos y dátiles. La grasa se encuentra en las pipas de girasol, las semillas de girasol y el cacahuete.

Para garantizar una cantidad correcta de vitaminas, los vegetales verdes y hierbas añadidas al pienso serán más que suficiente para que no les falte este tipo de nutrientes. Buenas fuentes de minerales son la cáscara de huevo y los caparazones del marisco que, triturados, pueden suministrar gran cantidad de calcio, fundamental para las gallinas ponedoras. Mucha gente de campo incluye, además, en la dieta, restos de alimentos utilizados en la cocina. Una buena opción siempre y cuando se corten, se hiervan y se mezclen después con harina.

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