De acuerdo a un informe de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), en el sector existe una inversión de al menos 9 mil millones de dólares, en lo que significa animales e infraestructura productiva.
El rubro pecuario se ha tornado atractivo para los inversores extranjeros por los precios altos de este producto, y al menos un 3% de los 27 mil productores pecuarios son de procedencia extranjera.
Ganaderos extranjeros invierten en el país. Según el diario paraguayo 5 Días, los productores locales y colonos están invirtiendo fuertemente en la ganadería en nuestro país.
El costo reducido de la tierra, la disponibilidad de agua y pasturas y un buen mercado interno que demanda carne, son factores que seducen a los inversores paraguayos.
Onorio Guntzel, empresario brasileño, radicado hace 35 años en Paraguay, apuesta a la ganadería en tierras bolivianas porque las ventajas en el vecino país, son abismales con relación a este país. Ahora opta por una producción semintensiva y el crecimiento apunta a ser sostenido.
Por su parte, Carlos Pereira, miembro de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), sostuvo que la experiencia del brote de fiebre aftosa en este país, obliga al productor paraguayo a investigar el mercado boliviano para futuras inversiones, ya que Bolivia, por más que no tenga una capacidad exportadora, tiene un interesante mercado interno que consume todo lo que se produce internamente, que es una diferencia considerable con relación a Paraguay, donde la capacidad de producción supera la demanda interna.
Pereira resaltó que Bolivia tiene muchas oportunidades para invertir, por ello los productores están mirando con buenos ojos, sobre todo cuando Paraguay vive una situación extremadamente complicada tras el brote de aftosa. Agregó que si se mantiene el escenario negativo, el ganadero local buscará otros puntos donde seguir la pecuaria o, de lo contrario, migrará a otras actividades como la producción de soya.
Sin embargo, el gerente general de Fegasacruz, Héctor Sandoval, dijo que los extranjeros recién se están estableciendo en el país y lo que hacen es multiplicar su hato ganadero.
Inversionistas brasileños llegaron hace unos 15 años. Un informe del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) establece que a 2008, los inversionistas brasileños en el agro aumentaron progresivamente. En el campo de la soya, un 40% corresponde a estos que cultivan unas 200 mil hectáreas, un 20% a los menonitas, un 28% a los nacionales, un 7% a los japoneses y el resto a otros extranjeros de diferentes países.
Según el INE, los brasileños ingresaron al mercado cuando muchos empresarios bolivianos acabaron endeudados debido a la hiperinflación de los años 90, para entonces el vecino país brasilero, había experimentado hacía más de 10 años una incursión exitosa en el agronegocio soyero.
En el sector ganadero, de acuerdo a Sandoval, recién desde hace unos tres años, se están dedicando a la pecuaria, y que se está elaborando un catastro para determinar cuántos extranjeros y de dónde provienen, aunque preliminarmente debe haber un 3% de los 27 mil productores, que son brasileños en primer lugar, le siguen los argentinos, uruguayos y paraguayos, donde se tienen al menos unos 10 millones de cabezas de ganado.
Atrae el buen precio. Sandoval, dijo que lo que más atrae al sector pecuario son los precios que se pagan actualmente por la carne, y las expectativas de la exportación.
Apuestan por la genética. El desarrollo de la genética es uno de los rubros que está creciendo dentro del sector pecuario y por ello está invirtiendo fuertes cantidades de dinero. Al menos el 5% de los 27 mil productores ganaderos se dedica a esta actividad de investigación y de desarrollo de esta tecnología.
Pero en las áreas de sanidad, manejo y nutrición también el sector está invirtiendo para lograr óptimos rendimientos.
Se han logrado avances importantes en el tema de la genética porque ahora se tiene la oportunidad de poder exportar al Brasil, cuando inicialmente se importaba genética de la raza cebuina.
Uno de los objetivos que tiene el sector es lograr la exportación no solo de carne, sino de semen, embriones congelados y reproductores en pie.
Los productores cuentan con ganado de elite y el de consumo también es de muy buena genética, dijo el gerente de Fegasacruz a tiempo de aclarar que en una reunión la pasada semana, la ministra de Desarrollo Rural y Tierras, Nemesia Achacollo, se comprometió a autorizar la exportación para febrero próximo como máximo.
Inversiones en genética. Para el desarrollo de esta tecnología se requiere de mucha inversión, por ejemplo, un reproductor puede costar desde $us 1.500 hasta $us 50 mil en un remate. "Los números son variables", dijo Sandoval a tiempo de aclarar que estos inversores son locales, son familias oriundas de Santa Cruz o del Beni.
Las últimas tecnologías que se introdujeron en el país son la transferencia de embriones y la fertilización in vitro.
Necesidades del sector. El rubro ganadero tiene como problemas principales la falta de seguridad jurídica, que es un limitante que no deja al productor desarrollar sus capacidades productivas.
Asimismo, otra situación que oprime al sector es la falta de mercado para exportar sus excedentes, por tanto hay un desincentivo en la producción.
El servicio que ofrece el Senasag también debe ser fortalecido para que se cumplan los requerimientos y estándares internacionales para la exportación.
La inocuidad y control de la carne es un aspecto que preocupa también al sector.
Del mismo modo, según Sandoval, se requiere de financiamiento para que los productores puedan desarrollar sus capacidades productivas.
Fiebre aftosa. El director del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria (Senasag), Rubén Robles, reconoció que no cuentan con un catastro adecuado, lo cual les ha impedido superar el 93% de animales sanos certificados con vacuna hasta octubre de 2011. Anuncia que buscará consolidar con los servicios departamentales ganaderos dependientes de cada Gobernación.
Invierten en infraestructura
Los ganaderos invirtieron en animales, infraestructura, pastura, alambrado, atajados de agua, casas, entre otros que generan fuertes inversiones al sector.
19 millones
De hectáreas aptas para el desarrollo de la ganadería hay en el país.
10 millones
Son las hectáreas aptas en Santa Cruz y hay 7 millones ocupadas con el sector agropecuario.
Productores sin apoyo
Los grandes productores pecuarios nacionales o locales no recibieron apoyo financiero de ningún gobierno, pero aún desarrollan inversiones.
8,4 millones
De cabezas de ganado existen en el país al cierre de este año.
Balance
Los ladrones no distinguen animales de alta genética
Un inconveniente. Los ganaderos sostienen; sin embargo, que uno de los graves problemas que sufren es el robo de ganado vacuno, el faeneo clandestino que le genera pérdidas entre dos a tres millones de dólares al año, precisamente porque los delincuentes se llevan el ganado sin diferenciar si son o no de alta genética y después de carnearlo lo comercializan como si se tratara de reses comunes, como se han observado varios casos atendidos por agentes policiales.
Más Control. En ese sentido han pedido que las autoridades policiales y judiciales se pongan la mano al pecho al momento de conocer de casos de robo de ganado, especialmente de alta genética por las enormes pérdidas que generen y piden que se les dé un escarmiento a cómplices y encubridores porque se ha visto que hay una cadena, el que roba el ganado, el que lo transporta y también el que lo comercializa, siendo una responsabilidad compartida.
8,4millones
De cabezas de ganado existen en el país al cierre de este año.
Según la CAO
Balance de la actividad pecuaria
La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), informó que la actividad ganadera de carne presentó resultados aceptables, y que fue un año favorable para el sector, logrando crecer aproximadamente en 3%, al margen de los factores que afectaron el desarrollo normal de las actividades, como la sequía.
El buen desempeño del hato ganadero de corte, ayudado por un mejoramiento de los fenómenos climáticos, contribuyó a satisfacer la demanda de carne en el mercado interno y generar excedentes para la exportación.
El equilibrio logrado entre la oferta y la demanda de carne en el mercado interno, originaron que el precio del kilo gancho presente ligeras fluctuaciones tendientes a la baja, de 19,59 bolivianos en enero, a 18,23 en junio y 18,93 en noviembre del presente año, mientras que el precio al consumidor se mantuvo constante en 30 bolivianos el kilo en lo que va del año.
Este desempeño aceptable permitió que se tengan excedentes de más de 2 mil toneladas de carne para exportar, y ahora los ganaderos esperan poder sacar al exterior también la genética de calidad que lograron.
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