La zona del Chaco, el Valle, la Chiquitania y sobre todo el Norte Integrado son las regiones donde la sequía está azotando a la ganadería y como resultado de ello, está la pérdida de peso en los animales y la escasez de pasto. Según Javier Landívar, gerente general de la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), aseguró que la crisis por falta de pastura la vienen sintiendo desde mayo y hasta el momento "la pérdida es de un 30% en el peso total de los animales alimentados con pasto, dato que es muy significativo para los ganaderos", expresó.
Pérdidas monetarias. Una vaca que pesa unos 400 kg con una pérdida del 30% significaría que el animal estaría perdiendo alrededor de 100 kg. Y para recuperar ese peso tardaría cuatro meses aproximadamente, ejemplificó Landívar y que al vender una res menos el 30% de su peso sería entre "650 a 700 bolivianos".
Desesperación y soluciones momentáneas. Por su parte, Ronald Justiniano, presidente de la Asociación de Ganaderos del Norte (Aganorte), recalcó que en el Norte Integrado hay mucha desesperación por falta de comida y esta situación ha llevado a los ganadero a invertir en bagazo hidrolizado del ingenio azucarero, pero "es otro gasto, porque son 18 dólares por tonelada" y algunos mezclan ese alimento con granos.
Por tal razón, Justiniano dijo que no saben cómo van a enfrentar la situación, pero que la mayoría de los ganaderos está tratando de vender sus animales, para quedarse con la carga mínima y poder recuperar de a poco.
Mario Castedo, vicepresidente de la Asociación de Ganaderos de San Ignacio de Velasco (Agasiv), dijo que esperan que en agosto y septiembre hayan precipitaciones como han anunciado, si no tendrán que largar al ganado a campos naturales para que se alimenten de hojas de los árboles.
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