Carne y fibra de camélidos son alternativa para el desarrollo del occidente boliviano, al ser Bolivia el primer país con mayor cantidad de llamas en el mundo y segundo en número de vicuñas.
La carne de llama tiene características nutritivas particulares por su bajo contenido de colesterol, lo que constituye un potencial para el sector agropecuario por el atractivo mercado nacional e internacional.
Sobre una población camélida de 3,3 millones de animales, la producción nacional promedio de fibra de llama, alpaca y vicuña llega a 1,5 millones de kilogramos; la de carne a 12,8 millones de kilogramos y la de cuero a 320 mil piezas, según estimaciones de la Asociación Departamental de Productores de Camélidos de Cochabamba (Adepco).
“Sabemos las cantidades que producimos de estos tres sub productos, lo que no sabemos es cuánto se queda en el país para nuestro consumo interno, qué porcentaje se transforma en productos industriales, cuánta materia prima y por qué valor sale al extranjero y hacia dónde”, sostuvo el responsable del Progrhama Camélido de la Adepco, Juan Carlos Terrazas.
Añadió que la carne fresca o charque ya no se restringe sólo al área rural, sino que está presente en la ciudad, en la dieta familiar, y es bastante apreciada no solamente en Bolivia sino también en otros lugares del mundo como Oceanía, Asia, Norteamérica y Europa, donde fueron exportadas 100 mil, 30 mil, 16 mil y 2 mil animales, respectivamente, con fines de investigación y producción de carne, fibra y cuero a mediano y largo plazo.
CUALIDADES
Debido a que contiene un 24,82 por ciento de proteínas y sus niveles de grasa y colesterol son bajos (3,69 por ciento) en comparación con otros productos cárnicos, el precio de carne de llama fresca o deshidratada (charque), en los últimos 10 años, se incrementó de 3 a 21 bolivianos el kilogramo y su consumo abandonó el área rural para llegar a la ciudad entre los hogares y la industria gastronómica boliviana a través de una variedad de platos y embutidos.
“A diferencia de hace 30 años, en este momento hay una demanda inusual de carne de llama, al extremo que el kilo de filete o cortes especiales llega a costar 30 bolivianos”, dice el gerente de la Mancomunidad, Jorge Flores, de la región andina, que aglutina a más de 10 mil familias campesinas en las punas dedicadas a la crianza de ganado camélido (llama y alpaca).
Su carne es considerada como la mejor del planeta debido al bajo nivel de colesterol y alto contenido de proteínas. El valor nutritivo de la carne de llama comparada con las demás especies es muy alto. La de llama tiene 24,82 por ciento de proteínas frente al 21,01 por ciento de la vaca; 18,91 por ciento de la carne de oveja; 19,37 por ciento de la carne del cerdo; 21,87 por ciento de la carne de gallina; y 20,65 de la carne de cabra.
La carne de llama tiene características nutritivas particulares por su bajo contenido de colesterol, lo que constituye un potencial para el sector agropecuario por el atractivo mercado nacional e internacional.
Sobre una población camélida de 3,3 millones de animales, la producción nacional promedio de fibra de llama, alpaca y vicuña llega a 1,5 millones de kilogramos; la de carne a 12,8 millones de kilogramos y la de cuero a 320 mil piezas, según estimaciones de la Asociación Departamental de Productores de Camélidos de Cochabamba (Adepco).
“Sabemos las cantidades que producimos de estos tres sub productos, lo que no sabemos es cuánto se queda en el país para nuestro consumo interno, qué porcentaje se transforma en productos industriales, cuánta materia prima y por qué valor sale al extranjero y hacia dónde”, sostuvo el responsable del Progrhama Camélido de la Adepco, Juan Carlos Terrazas.
Añadió que la carne fresca o charque ya no se restringe sólo al área rural, sino que está presente en la ciudad, en la dieta familiar, y es bastante apreciada no solamente en Bolivia sino también en otros lugares del mundo como Oceanía, Asia, Norteamérica y Europa, donde fueron exportadas 100 mil, 30 mil, 16 mil y 2 mil animales, respectivamente, con fines de investigación y producción de carne, fibra y cuero a mediano y largo plazo.
CUALIDADES
Debido a que contiene un 24,82 por ciento de proteínas y sus niveles de grasa y colesterol son bajos (3,69 por ciento) en comparación con otros productos cárnicos, el precio de carne de llama fresca o deshidratada (charque), en los últimos 10 años, se incrementó de 3 a 21 bolivianos el kilogramo y su consumo abandonó el área rural para llegar a la ciudad entre los hogares y la industria gastronómica boliviana a través de una variedad de platos y embutidos.
“A diferencia de hace 30 años, en este momento hay una demanda inusual de carne de llama, al extremo que el kilo de filete o cortes especiales llega a costar 30 bolivianos”, dice el gerente de la Mancomunidad, Jorge Flores, de la región andina, que aglutina a más de 10 mil familias campesinas en las punas dedicadas a la crianza de ganado camélido (llama y alpaca).
Su carne es considerada como la mejor del planeta debido al bajo nivel de colesterol y alto contenido de proteínas. El valor nutritivo de la carne de llama comparada con las demás especies es muy alto. La de llama tiene 24,82 por ciento de proteínas frente al 21,01 por ciento de la vaca; 18,91 por ciento de la carne de oveja; 19,37 por ciento de la carne del cerdo; 21,87 por ciento de la carne de gallina; y 20,65 de la carne de cabra.
porque es la diferencia de las proteinas y grasa de la carne de llama a las otras carnes y a que se debe
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