martes, 22 de diciembre de 2009

Contagio de sarna en camélidos no posibilita comercialización de carne

El contagio de sarna en camélidos, por el momento no posibilita la comercialización de ésta carne a mercados extranjeros, motivo por el que este perjuicio de orden sanitario se tratará en el marco del Programa de Sanidad de Camélidos (Prosaca).

Este programa de cuidado de animales del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag) tuvo una inversión de alrededor 1.088.884 bolivianos, dinero que aún no fue desembolsado, para trabajar en los departamentos de Oruro, La Paz, Cochabamba, Tarija, Potosí y Santa Cruz.

Sin embargo, se estima que para la gestión 2010 el programa contará con aproximadamente 728.000 bolivianos, a ser utilizados para trabajar por la sanidad de los camélidos.

El coordinador nacional de Prosaca, Ismael Franco Mancilla manifestó a LA PATRIA que el objetivo de dicho programa es conseguir un mejoramiento en la salud de la población camélida, a través de la cual se podrá fortalecer otros programas del altiplano, que controlan las distintas enfermedades que atacan a ésta especie.

Señaló que entre las enfermedades de mayor impacto económico y frecuente está la sarcosistiosis, la fiebre de alpaca, fiebre aftosa y la enterotoxemia.

“Lo que se quiere es identificar las principales enfermedades que atacan al sector camélido, además de implementar los laboratorios para el diagnóstico de las patologías de dichos animales”, dijo Franco.

Mencionó que según algunas investigaciones no se llegó a descubrir la cura efectiva para las enfermedades de los camélidos, a pesar de que hasta la fecha la presencia de sarcosistiosis (sarna) es frecuente en los animales y por ende en su carne.

“Una vez que se controle las patologías de los camélidos y se garantice que la carne está libre de sarcosistiosis u otras enfermedades se facilitará la exportación de la misma, a mercados internacionales”, comentó.

PROGRAMA

Según Franco, el programa Prosaca funciona a partir de junio del 2007 y desde su inicio no paralizó, pues pese a la falta de financiamiento por parte del Gobierno nacional, se trabaja con el aporte de la Prefectura y municipios de cada departamento.

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