miércoles, 18 de abril de 2018

Según monitoreo del CEPA Condiciones del agua en el "Poopó" son aptas para la crianza de pejerrey

Según el monitoreo del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), resultado de una visita desarrollada ayer al lago Poopó, se evidenció que las condiciones de agua son aptas para la crianza de pejerrey, esta actividad se efectuó de forma conjunta con el Servicio Departamental de Agricultura y Ganadería (Sedag) del Gobierno Autónomo Departamental de Oruro (Gad-Oru) y la autoridad originaria de los pueblos Uru, Llapallapani, Vilañeque y Tinta María, Pablo Flores.

Técnicos del CEPA del área de ingeniería ambiental, dieron a conocer que se hizo un análisis básico en el lugar, para valorar las condiciones de agua que permita la crianza de peces.

Los parámetros analizados incluyen temperatura que debe estar dentro el rango de 14 a 20 centímetros para la crianza de pejerrey, oxígeno disuelto que no debe sobrepasar 5 mil miligramos por litro, un pH (grado de acidez) que debe estar en un rango de 7 a 9, y rango de conductividad eléctrica que no debe superar los 10 mil microSiemens por centímetro.

Según los resultados del monitoreo de agua que realizó el CEPA, las condiciones son óptimas para la crianza de la especie pejerrey, puesto que el agua esta sobre los 15 grados centígrados, un oxígeno disuelto de 7,2 miligramos por litro, el pH es de 8 a 9 y la conductividad eléctrica es de 7.600 microSiemens por centímetro.

Asimismo, se valoró la cantidad de arsénico que tiene el agua, que puede incidir en la acumulación de metales pesados dentro los peces, según el análisis del arsénico, llega a 0.05 miligramos, el parámetro establece como nivel máximo permisible para consumo humano es de 0.01 miligramos, por lo cual se puede establecer ampliamente que las aguas del Poopó no son permisibles para consumo humano, sin embargo, si pueden acoger a peces.

En el informe resalta que se tendrían que realizar otros estudios que incidan en la cantidad de arsénico u otros minerales pesados que pueden acumular los peces, y los daños que podrían causar en la salud de quienes se alimentan con estas especies.

Estos análisis se hicieron a una distancia de 1,5 kilómetros del borde Este del lago Poopó, en el municipio Poopó y con una profundidad de agua de 25 a 30 centímetros.

A pesar de las buenas condiciones en que se encontraría el agua para la crianza del pejerrey en el lago Poopó, también incide para garantizar la vida de este espacie, la profundidad, puesto que se requiere de un espejo de agua superior a los 50 centímetros.

Al respecto, la autoridad originaria de los tres pueblos de Urus, Vilañeque, Tinta María y Llapallapani, Pablo Flores, aseveró que junto a los técnicos de la Gobernación, se hizo el recorrido en bote a una distancia de seis kilómetros del borde, donde se evidenció que existe una profundidad de 70 centímetros, no obstante sostuvo que en el sector de la Isla de Panza, que es el más profundo estaría llegando a un aproximado de 2,5 metros.

Mencionó que podría garantizarse la crianza de pejerrey en el lago Poopó por lo menos por tres años, en caso que no lloviera este año ni el próximo, el lago podría reducir su nivel considerablemente y si se tuviera lluvias, la vida de los peces se garantizaría por seis años.

Evaluación del Coordinador General Programa Camélidos cuenta con pocos avances

La situación del sector de camélidos a nivel nacional enfrenta dificultades para su desarrollo, debido a la ausencia de políticas de Estado y el insuficiente apoyo que brindan los municipios al sector. El coordinador general del Programa de Camélidos, Leonardo Ticona, dijo que en ese ámbito el país registra pocos avances respecto de países de la región.

Dijo que el programa tiene un año de vida, y en este periodo se hizo estudios de línea base, 30 estudios de zonificación agroecológico en 30 municipios en los departamentos de La Paz, Potosí y Oruro.

Informó que se tiene más de 200 proyectos a ser ejecutados, y hasta finales del presente mes se efectivizarán 15 con una inversión de alrededor de dos millones de bolivianos; pero el costo final del número de proyectos llegará a 10 millones.

Lamentó que los productores no hayan accedido al financiamiento en un año y medio, pero eran necesarios los estudios previos de zonificación, que sufrieron un retraso considerable.

ABANDONO

Afirmó que el sector camélido está abandonado en Bolivia, ya que no tiene apoyo, y no hay instituciones que trabajen con el sector. Tampoco existen mercado identificados para la producción; hay potencial para exportar, sin embargo los requisitos son muy exigentes para la venta en el mercado internacional.

Aseguró que hay potencial ganadero, en fibra y carne, pero requiere de una inversión significativa para fortalecer al sector, con apoyo técnico.

Reconoció que Perú tomó la delantera en este rubro, y el país está rezagado y por ello señaló que el país debe trabajar mucho para ser competitivo, y mostrar al mundo el potencial de la oferta de carne de camélido que se tiene, pero que no se aprovecha.