“No hay pérdidas hasta el momento, todo está corriendo como un tiempo de agua normal. Las lluvias no han sido intensas, tenemos una alerta naranja por precaución, los ganaderos han tomado sus previsiones por si viene una inundación en cualquier momento”, afirmó Hurtado.
En 2014, los meses de enero y febrero marcaron un índice histórico de lluvias, que fueron la causa principal de las inundaciones en Beni. El sector ganadero fue uno de los más golpeados; de acuerdo a datos, el año pasado las inundaciones han ocasionado una pérdida de 700.000 cabezas de ganado.
Hectáreas afectadas
De acuerdo al reporte de la Gestión de Riesgo Agropecuario y Cambio Climático, en Bolivia las lluvias y las granizadas han ocasionado una afectación de 8.423 hectáreas de diferentes cultivos. La mayor parte de los daños fueron reportados en Cochabamba con 3.838 hectáreas.
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