martes, 8 de septiembre de 2015

Comerciantes de pescado tienen 15 días para dejar el Pilcomayo



La obstaculización a los vendedores de pescado del río Pilcomayo en Villa Montes para que puedan sacar sus camiones cargados con este producto de aquella región, movilizó ayer a pescadores y comerciantes, quienes pedían a las autoridades permiso para poder vender lo pescado en la ciudad capital y otros departamento, por última vez..

El plan de presión sobre las autoridades en Villa Montes logró torcer el brazo a la Gobernación, pues determinó dar una prórroga de 15 días para que las personas que se dedican al rubro puedan salir con sus camiones del lugar, pero también dejen la pesca comercial.
El conflicto social inició con las inspecciones realizadas por la Dirección de Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna) de Villa Montes, que hizo operativos tras la declaratoria de veda la pasada semana. En los mismos, encontraron que existía incumplimiento de la norma, por lo que correspondía el decomiso de los pescados que se encontraban ya depositados en camiones para ser trasladados, en su mayoría a ciudades como Santa Cruz y La Paz.
Ante esta situación, los pescadores y comerciantes se organizaron desde el viernes pasado y así, ayer temprano, se trasladaron a protestar frente a las puertas de la Subgobernación de Villa Montes, impidiendo a los funcionarios desarrollar con normalidad sus trabajos.
El ejecutivo seccional de Villa Montes, Robert Ruiz, rechazó públicamente esta movilización y dijo que la misma era promovida por personas que no son oriundas de la zona, con el afán de lucrar y sin importarles la preservación de las especies piscícolas.
“La acción debe repudiarse”, indicó Ruiz mientras que en las afueras de la institución se exigía que se anule la resolución de la veda. El ejecutivo explicó que no se puede dar una ampliación a la misma al no estar dentro de sus competencias. Recordó que la resolución fue emitida por el gobernador del departamento, Adrián Oliva.
Ruiz manifestó que llegó la hora de parar la explotación de peces, ya que están haciendo daño especialmente al sábalo, al no dejar que continúe su ciclo vital para poder reproducirse y repoblar el río con cardúmenes.
En representación de los comercializadores de pescado, Ema Valverde, aseguró que no se les informó con antelación sobre el inicio de la veda, por lo que exigían en primera instancia dejar proseguir a los camiones con los pescados para la venta, pidiendo además se les dé un tiempo idóneo de 15 días para poder organizar su retirada del Pilcomayo, donde se asientan en campamentos improvisados a explotar sus concesiones.
Advirtió que el bloqueo a la Subgobernación lo realizaban porque no se les dio lugar a una negociación, tomando en cuenta que tienen pescado acumulado en contendores en algunos casos, mientras que en otros se tiene a los ejemplares en conservadoras de plastoformo. Temían que los pescados se deterioren.
Ante la consulta, indicó que el sábalo no es la especie que están explotando más, ya que explicó que los ejemplares están pequeños, y son pocos los que llegan a los 35 centímetros como dictamina la normativa pesquera. Por esta razón dijo que ahora se abastecen de otras especies como la boga, el dorado, el salmón, surubí, los cuales esperan comercializar principalmente en Santa Cruz y otros departamentos.
Agregó que en el río compran un ejemplar de los pescadores a 5 bolivianos, y lo revenden entre 10 y 20 bolivianos.
La directora de Biodiversidad de la Gobernación, Estela Serrano, sostuvo que tras un monitoreo del tamaño y peso de los peces, a lo largo del afluente desde Villa Montes, Yacuiba hasta la provincia O´Connor, se verificó que el tamaño del sábalo no supera los 28 centímetros, encontrando incluso que muchos pescadores redujeron el tamaño de los orificios de sus redes para captar más ejemplares.
“Hace como 30 años que la veda siempre se ha iniciado el primero de septiembre, el pescado está pequeño por lo que se ve la sobreexplotación del recurso, justifican que es su única fuente de ingreso para continuar pescando… es triste, nos encontramos acorralados como funcionarios, se va a extinguir (el sábalo) y nadie hace nada”, expresó Serrano preocupada.
Asimismo, lamentó que la Fiscalía y la Policía no intercedan de oficio en el tema, dejando sola a la Subgobernación. La funcionaria confirmó que la mayor cantidad de peces extraídos, van a mercados de La Paz y Santa Cruz, mientras que a Tarija sólo llega un 10 por ciento.
Finalmente, aclaró que la prórroga es excepcional, para que aquellos camiones que hayan acumulado pescado extraído antes de la declaratoria de la veda. Dijo también que solamente se podrá pescar para consumo y venta local, a tiempo de citar que una vez cumplidos los 15 días, se procederá inevitablemente con las sanciones y decomisos correspondientes.



El lucro a costa de la naturaleza

En la cadena pesquera corre mucho dinero, según confirma Serrano. En un camión pueden caber de 3.000 a 20.000 peces dependiendo de la capacidad. En el río se compra de un concecionario en 2.50 bolivianos o 3 bolivianos un pez.
El comercializador a su vez vende el pez en el mercado entre 15 a 20 bolivianos en Cercado, pero en otros departamentos el precio se eleva. La ganancia se da sin cumplir con las regalías pesqueras, y con un costo mínimo de 70 bolivianos la concesión.
“Ven que se generan recursos económicos y no toman en cuenta la naturaleza. Ojalá tomen conciencia y puedan sensibilizarse con el medio ambiente, que es su misma fuente de trabajo, y en caso de los indígenas, su fuente de alimento”, sostuvo Serrano.

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