lunes, 20 de abril de 2015

La realidad de la avicultura en Bolivia

En años anteriores la carne de pollo era privilegio para pocos ahora es uno de los artículos de la canasta familiar más asequibles con algunos contrastes.

Este rubro tan sensible en producción y precio ha venido produciendo en tiempos de crisis y bonanza y se ha estado inventando para no perecer en la vorágine de la oferta y demanda con ciertos desequilibrios.

El consumo por persona es de 38 kg/año lo cual nos señala que 13 millones de pollos producidos al mes satisfacen el requerimiento nacional, y el rango de producción está entre 13 y 18 millones mensual. Ahí está el problema.

Analicemos los eslabones principales de la cadena productiva (reproductoras, incubadoras y productores).

En el caso de las reproductoras en el periodo 2012-2014 han crecido en un 19% -como si estuvieran expeditas las fronteras para la exportación y no es así- esto da para producir 17 millones de pollitos bebé/mes (p/bb) y la tasa de crecimiento poblacional es de 2,7%, esta importación de reproductoras permitidas por el Senasag es el primer y gran problema.

¿Cómo podemos lanzar a los establecimientos avícolas mas p/bb para producir más de lo que consumimos?
Sin embargo, la capacidad de albergue de pollo es de 20 millones/mes, entonces qué pasa; tenemos el segundo gran problema, empieza el desequilibrio (porque producimos más de 13 millones) que tanto hemos apuntado desde nuestra Asociación de Avicultores de Pollo Parrillero (Avipar) para señalar lo identificado.

A esto sumémosle el precio del p/bb, que aumentó un 26%, en diez años hasta el 2013 y el promedio de inflación en este periodo fue de 5%, más las subidas y bajadas de los precios de los otros insumos hacen de la producción avícola incierta.

¿Quiénes producimos pollo parrillero? Por un lado los pequeños y medianos que aportamos con el 55% de la producción departamental y el 55% de la producción nacional y los grandes productores con el 45%.

Dilemas del desequilibrio
Pero, ¿por qué el desequilibrio?, la explicación es sencilla.
Cuando producimos por encima de los requerimientos significa que la sobreoferta de pollo pasa estos límites y la consecuencia directa cae en el grande, pequeño y mediano productor, porque venden por debajo de los costos de producción. Pero existe una diferencia, los pequeños y medianos pierden su capital de operación y la consecuencia directa es que no se ‘cargan’ los establecimientos avícolas y a los 45 días faltará el pollo en los mercados, el 55 % que producimos.

Otra consecuencia de este desequilibrio es que las incubadoras deberán ahogar al p/bb.
En el otro extremo están los grandes avicultores que manejan una economía de escala, están mejor tecnificados, tienen mayor acceso al crédito por su economía e infraestructura, poseen reservas económicas para casos de desequilibrios.

Por todo ello hacemos notar que, en las mesas técnicas de diálogo dentro de la cumbre productiva se tomen en cuenta las opiniones y sugerencias de todos los estratos.

El problema de los desequilibrios (de producción de pollo) es más de fondo. Existe el Programa Nacional de Erradicación de la Salmonelosis (Pronesa), en el Senasag que fue concebido en años anteriores con otra visión.

Debe abarcar más, por ejemplo tenemos la principal enfermedad que actúa como barrera que no permite la exportación, la New Castle, están también otras como la Gumboro, Hepatitis, Bronquitis, etc., que estamos obligados a erradicar; y como tema transversal la bioseguridad para producir mejor, ser competitivos bajar costos de producción y elevar rendimientos.

Ahora pregunto a la ministra de Desarrollo Rural Y Tierras ¿debe o no cambiar la visión del Senasag?

Las tareas prioritarias

Por todo ello proponemos acciones contra las deficiencias productivas avícolas:

1.- Que el Senasag cambie la matriz de investigación e implementación de programas en el tema avícola.

2.- Erradicar las enfermedades económicamente importantes para producir sanitariamente inocuas.

3.- Estabilidad en el precio del pollo terminado; seguir avanzando en la ley del complejo avícola con sentido amplio, que proteja al productor y al consumidor final.

4.- Abrir las fronteras para la exportación.

5.- Importación de equipos para la implementación de ambientes controlados.

6.- Acceso rápido a créditos productivos.

7.- Pedimos al Senasag Tarija en coordinación con la Aduana Nacional de Bolivia (ANB) evitar el contrabando de pollo
terminado.
Si cumplimos con estos deberes y viabilizamos las exportaciones produzcamos 20, 30 o más millones de pollos parrile-ros al mes

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