miércoles, 7 de mayo de 2014

Reanudan la pesca del sábalo en río Pilcomayo

Los responsables de Conservación y Desarrollo de la Fauna (Codefauna) de la Gobernación de Tarija suspendieron la veda en el río Pilcomayo, desde el 1 de mayo, por lo que se reanudó la actividad piscícola para la comercialización del sábalo y otros peces.

“A partir de los 30 centímetros (de largo de los peces) contempla (la autorización de la pesca, según) la resolución (regional); pero hay que hacer el control más estricto sobre el tamaño de los peces”, afirmó Betsabé Herrera, funcionaria de Codefauna.

De acuerdo con el reporte de Radio Frontera de Erbol, los pescadores deben cumplir estrictamente la resolución de la Gobernación de Tarija, con el fin de conservar las especies piscícolas en el río Pilcomayo, que bajaron sustancialmente.

En junio de 2013, el periódico El Deber reportó que el río Pilcomayo se seca cinco kilómetros por año, por lo que retrocede su desembocadura y la pesca bajó en un 92 por ciento. La mano del hombre y los fenómenos naturales transforman parte del río en un desierto, donde más de 12.000 indígenas de 120 comunidades y 40.000 habitantes de Villa Montes ya sufren el drama.

El Pilcomayo, que nace en Oruro, bajaba por sus más de 2.000 kilómetros de recorrido y desembocaba sus aguas en el río Paraguay. En ese trajín, el ciclo de vida del sábalo no sufría contratiempos y las familias weenhayek los esperaban a la altura de Villa Montes para “cosecharlos” con las manos, porque eran tantos los peces que incluso “volaban” por el aire.

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