lunes, 17 de febrero de 2014

Cuando la ganadería de Beni tomaba impulso viene esta mortandad y se frena el crecimiento



Las inundaciones que castigan a Beni y Pando, han tenido consecuencias inmediatas en la ganadería de esas regiones que ya soportan la mortandad de más de 32.000 cabezas de ganado. Ante ese panorama, la dirigencia ganadera del país se movilizó y comenzó a trabajar con el Gobierno estrategias que permitan recuperar lo perdido, evitar que siga muriendo el ganado y que se desacelere el crecimiento de la producción. Hay necesidades urgentes de recursos para desarrollar acciones de emergencia para auxiliar a miles de cabezas que están en el agua y con riesgo alto de morir.

Los últimos años el sector ganadero boliviano registró un crecimiento sostenido de más de 2%, hecho que generó expectativa para lograr mejor genética, sanidad y apuntalar la posibilidad de exportar carne a mercados externos como el chino.

De acuerdo a reportes desde las estancias ganaderas de Beni y Pando, los problemas se presentan principalmente con animales pequeños, lo cual también descarta un desabastecimiento de carne en el mercado nacional. Sin embargo, existen dificultades para sacar el ganado a los centros de abastecimiento por las malas condiciones de los caminos.

La Confederación de Ganaderos de Bolivia en un informe precisó que del hato que murió ahogado, el 60% es ternero (ganado menor) y el 40% adulto.

Por su parte, la Federación de Ganaderos de Beni y Pando, en una primera evaluación anunció la muerte de 32.000 cabezas de ganado, dejando pérdidas superiores a los $us 20 millones. En porcentaje, esta mortandad significa el 1% del hato ganadero nacional.

En Santa Cruz no se registra muerte de ganado por inundaciones, sin embargo, los ganaderos mediante Fegasacruz reconocen que el problema está centrado en el clima, que no permite el manejo del ganado en las propiedades y en las malas condiciones de los caminos llenos de barro y agua.

Según el gerente de Fegasacruz, Héctor Sandóval, de Beni llegan al mes alrededor de 350.000 cabezas de ganado para ser terminado o engordado. Estos animales permanecen entre 6 y 8 meses recibiendo alimentación para luego ser consumido en el país

Los Productores esperan el apoyo decidido del gobierno

Movilización. Los productores ganaderos de Beni y Pando, con el apoyo de los cruceños, plantearon al Gobierno medidas urgentes para evitar mayores pérdidas. En ese sentido, existe la necesidad de movilizar 60.000 cabezas de ganado en barcazas o embarcaciones de gran envergadura a zonas seguras.

Compromiso. Desde el punto de vista logístico y económico el Gobierno comprometió ingresos para ejecutar este operativo de traslado de animales con el apoyo de la Armada Boliviana.

Alimento. Existe el compromiso de Santa Cruz de proveer forraje a los ganaderos de Beni y Pando, si es posible para alimentar a unas 100.000 cabezas de ganado que están afectadas.

Apoyo. También se planteó al Gobierno acceder a precios competitivos de granos y cereales para elaborar alimentos para los animales. De esa manera se podrá aumentar la cantidad de ganado para engordar en confinamiento que hoy es de 70.000 cabezas y se puede llegar a 100.000.



Sanidad. Se debe trabajar en un plan agresivo de sanidad para 500.000 cabezas de ganado, es decir, en unos 45 a 60 días luego de que bajen las aguas y donde aparecen las complicaciones en la salud de los animales afectados por las riadas.

Aparte de las 32.ooo cabezas que ya murieron, existen otras 100.000 amenazadas por las aguas
Héctor Sandóval - Gerente de Fegasacruz

20 millones de dólares son las pérdidas, hasta el momento, en la ganadería de Beni

Los lecheros cruceños viven su propio calvario por el mal tiempo

Las condiciones climatológicas reinantes en el departamento, inciden negativamente en la producción de leche, ya que en las propiedades donde la infraestructura es medianamente buena, las constantes lluvias no permiten que las ordeñas se realicen en condiciones normales.

Según la Federación Departamental de Productores de Leche, el mal tiempo hace disminuir la producción entre un 10 y 15% y además provoca la mortandad de terneros por neumonías y diarreas.

El barro en los corrales provoca problemas de sanidad en las vacas tales como enfermedades en las patas, mastitis y otras que afectan el buen desempeño del animal. Asimismo, en lo relativo a pasturas, el exceso del agua no permite hacer silos de calidad, se demora la preparación del alimento y atenta contra la salud y nutrición de la vaca.

Otro de los aspectos que deben sortear los lecheros es el referido al mal estado de los caminos que no permite el ingreso de los camiones para la recolección de la leche y por ende, aumenta el costo para el productor que debe hacer malabares con su producto y en último caso hacerlo queso


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