lunes, 9 de noviembre de 2009

Ganaderos del Chaco anuncian bloqueos si no reciben ayuda

Autoridades y ganaderos de tres poblaciones del Chaco boliviano amenazaron con iniciar bloqueos en la carretera Santa Cruz-Yacuiba-Argentina si entre mañana y el martes no empiezan a recibir ayuda (agua y cisternas para transportala) del Gobierno y de autoridades regionales.

Ganaderos del poblado tarijeño de Llanura Seca y de Villa Vaca Guzmán, de Chuquisaca, están en emergencia y anunciaron cortes de ruta a la altura de Macharetí, población de este último departamento cuyo alcalde, Guimer Silos, se plegó a la amenaza.

Mientras tanto, técnicos de Defensa Civil en La Paz anunciaron que en la reunión de hoy entre miembros del Consejo Nacional para la Reducción de Riesgos y Atención de Emergencias y Desastres (Conarade) y representantes de los centros de Operaciones de Emergencia (COE) de municipios y prefecturas afectados se definirá un envío de grandes cantidades de agua, por aire y por carretera, a estas regiones.

Debido a una intensa sequía y a las elevadas temperaturas registradas en las últimas semanas en el Chaco y el altiplano bolivianos, a raíz del fenómeno de El Niño, cuatro departamentos están en alerta naranja: Santa Cruz, Tarija, Chuquisaca y La Paz, y dos en alerta amarilla: Oruro y Potosí. Ambos mecanismos permiten acelerar el desembolso de recursos para atender emergencias.

Nilbio Illescas, presidente de la Federación de Ganaderos de Chuquisaca, informó al diario El Deber que los ganaderos de Villa Vaca Guzmán están en emergencia.

“Anunciaron —dijo— que si hasta el miércoles 11 la Prefectura o el Gobierno no envían ayuda, y duplican el número de cisternas (sólo hay 12 para atender a todo ese departamento), iniciarán un bloqueo de la carretera Yacuiba-Santa Cruz a la altura del municipio de Macharetí”.

El alcalde de esta localidad, Guimer Silos, informó: “El sábado, Defensa Civil nos entregó dos cisternas y la Prefectura otras dos, pero no van a abastecer las necesidades de Macharetí, que junto con Huacareta son las poblaciones más afectadas”.

La autoridad añadió que alrededor de 50.000 reses, que necesitan consumir al menos 50 litros de agua diarios por cabeza, están en riesgo de morir no sólo por falta de agua, sino también de alimento, ya que la sequía se presentó progresivamente desde abril.

Silos advirtió, a pesar de que el Fondo de Emergencia de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) se comprometió a entregar 85.000 bolivianos de ayuda en los próximos días, que “si la prefecta Savina Cuéllar y los consejeros departamentales no atienden el pedido de sesionar hoy en Macharetí, vamos a empezar el corte de la carretera”.

La ayuda tampoco llega al Chaco tarijeño. Norma Zurita, dirigente de los ganaderos de la comunidad Llanura Seca, ubicada al sur de Yacuiba, señaló a La Prensa: “Si mañana no nos garantizan una cooperación real y suficiente, empezaremos a bloquear de inmediato la ruta a Santa Cruz”.

La productora sostuvo que las cinco cisternas de la Alcaldía yacuibeña y las cinco de la Prefectura tarijeña destacadas en la región “no alcanzan para acarrear la cantidad de agua que se precisa y por eso el ganado se está muriendo en medio del lodo”.

Según Zurita, otras comunidades, como Victoria, El Pelícano y Paralelo 22, están en las mismas condiciones.

Sobre estas advertencias, un vocero del Viceministerio de Defensa señaló ayer que “así existan bloqueos, igual se llevará agua a las cuatro localidades más afectadas del Chaco tarijeño y Chuquisaca, porque la prioridad es dar atención a la gente”.

Envío de ayuda

Un técnico de Defensa Civil adelantó ayer a La Prensa que “fardos de alimento para animales y tanques de agua de gran capacidad serán llevados hasta el aeropuerto de Tarija y desde ahí repartidos por vía terrestre a Entre

Ríos, Yacuiba y Villamontes, en ese departamento, y Villa Vaca Guzmán, en Chuquisaca, que son los municipios más afectados”.

Una posibilidad es que el líquido sea llevado desde La Paz en aviones de las Fuerzas Armadas, y otra que el traslado sea desde Santa Cruz también por vía aérea, y además en camiones cisterna que tienen capacidades de entre 25.000 y 50.000 litros.

El experto tampoco descartó que el reparto sea desde ambas capitales. “No podemos descartar ninguna ciudad donde haya suficiente agua para llevar a las zonas de emergencia”.

La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) cuenta con dos aviones de carga (Douglas DC-10) con capacidad para 572 toneladas y un Hércules que puede cargar 69,7 toneladas. Antes del operativo se deberá evaluar si la pista del aeropuerto tarijeño tiene la suficiente extensión para el aterrizaje de estas naves.

En relación con el altiplano, otro técnico del equipo de expertos en desastres de Defensa Civil anunció que “aún se está haciendo la evaluación del daño, pero el rescate se hará vía terrestre debido a la distancia y a que son mejores las vías carreteras”.

La fuente, que pidió anonimato, agregó que en la cita de coordinación que se efectuará en la oficina de Johnatan Lewis, representante de Unicef en La Paz, se dará a conocer el diagnóstico preliminar de las cabezas de ganado fallecidas y en peligro por la sequía y el número de familias afectadas.

“Por el momento —dijo el informante— no hay riesgo de pérdidas humanas porque alimentos y agua han sido repartidos oportunamente. De todas maneras, hoy las autoridades tomarán las decisiones que sean necesarias”.

En contacto con radio Erbol, el viceministro de Defensa Civil, Herán Tuco, señaló ayer que “se calcula que las familias afectadas en todo el país sean unas 8.500 repartidas en 20 municipios”.

El Gobierno y el Conarade planean repartir agua y forraje desde Tarija al Chaco por carretera —ante la carencia de helicópteros—, pero ya surgieron inconvenientes, pues los tres camiones cisterna de Defensa Civil de la capital chapaca están malogrados.

El viceministro Tuco admitió que “son tres camiones donados por España y en el país no hay repuestos para su tipo; vamos a buscar otras alternativas”.

Posibles cortes de agua en El Alto

Víctor Hugo Rico, gerente general de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), señaló ayer a La Prensa que por las altas temperaturas registradas en La Paz y El Alto en los días recientes (con promedios de más de 20 grados centígrados), se iba a experimentar una baja presión en el fluido de agua y advirtió de posibles cortes en algunos distritos alteños la madrugada de hoy.

“Hay que aclarar —explicó Rico— que no vamos a realizar ningún racionamiento o corte programado de agua, eso está descartado. Lo que ocurre es que, por la poca fuerza con que llega el agua desde las represas a las tuberías, es posible que se den cortes esporádicos y momentáneos en algunas zonas”.

El gerente dijo que la represa que abastece a El Alto es la de Tuni Condoriri, ubicada a menor altura que esa ciudad, lo que dificulta el bombeo cuando hay poca agua almacenada.

La semana anterior, el director de Comunicaciones de EPSAS, José María Herbas, explicó a La Prensa que se registraron cortes de agua en los distritos alteños 1, 2, 3 y 12 por la misma causa y por el elevado consumo de agua entre la población.

El sábado 7 fue el día más caluroso en La Paz

Marisol Portugal, funcionaria de la Dirección de Pronósticos del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), dijo que el sábado 7 fue, contra todo pronóstico, el día más caluroso del año en La Paz.

Los 25,2 grados centígrados registrados a las 14.20 de ese día superaron de lejos los 23 grados que los termómetros marcaron ayer, que el Senamhi había anunciado como el “día sin sombra” porque el sol se ubicó en el cenit, lo que anunciaba que el calor tocaría su tope. También El Alto vivió el sábado su día más caluroso, con una máxima de 19,4 grados centígrados, contra los 19 de ayer.

La entidad encargada del análisis del clima pronosticó que la temperatura en La Paz iba a alcanzar el domingo una máxima de 26 grados centígrados, cifra histórica sólo percibida en noviembre de 2001, cuando el fenómeno de El Niño también azotaba a la región.

En cambio, las localidades de San Joaquín y Guayaramerín, en el departamento de Beni, sí alcanzaron en el “día sin sombra” su máxima temperatura del año: 33 grados centígrados.

El Senamhi carece de equipamiento para efectuar mediciones en la localidad de Entre Ríos, de Tarija, y por lo tanto no pudo corroborar las afirmaciones del alcalde de esa localidad, Teodoro Suruguay, quien dijo que las temperaturas alcanzaron en este mes los 49 grados centígrados.

Este año, la máxima temperatura le correspondió a Villamontes, donde el 2 de noviembre se registraron 45,8 grados centígrados. La temperatura más alta registrada históricamente en el país fue de 46,7 grados centígrados, en noviembre de 1980, precisamente en Villamontes, en el Chaco tarijeño.

La Paz, sin piscinas

A pesar del intenso calor, ayer en la sede del Gobierno sólo estuvo abierta una piscina pública, la del Parque Nacional de Mallasa.

Familias enteras, sobre todo de El Alto y la ladera Este de La Paz, llegaron al recinto desde primeras horas de la mañana hasta entrada la tarde.

La piscina municipal de Orkojahuira estuvo cerrada por mantenimiento y el gerente general de la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (EPSAS), Víctor Hugo Rico, negó que este predio haya sido perjudicado por un corte de agua, al contrario de lo difundido por algunos medios.

La piscina de Alto Obrajes está cerrada desde hace varios años por falta de mantenimiento.

Se precisan $us 1.000 millones para evitar catástrofes futuras

El ministro de Medio Ambiente y Agua, René Orellana, aseguró ayer que, para evitar una grave escasez de agua en los siguientes años, el país requiere una inversión de al menos mil millones de dólares.

“Sólo considerando sistemas de aguas deberíamos invertir ese monto en los próximos siete años. Con ese monto podríamos subir en un 12 por ciento la cobertura de agua potable a nivel nacional, pero además se podrían mejorar y construir nuevas fuentes de agua y plantas de tratamiento”.

La autoridad informó que la actual gestión invirtió 30 millones de dólares en emergencias, previsión de riesgos y nuevas represas de agua, “y calculamos llegar a por lo menos 150 millones”.

Para atender las regiones más sensibles a la sequía, el Chaco y el altiplano, Orellana señaló que es necesaria una planificación anual sostenible. “En la parte chaqueña de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija —comentó— se precisa invertir al menos 11 millones de dólares al año”.

En sus cuatro años de gestión, el Gobierno de Evo Morales entregó 812 obras de agua, ductos, alcantarillado y pozos para paliar la sequía en el Chaco, con un presupuesto de 11 millones de dólares. Orellana dijo que también se invirtieron seis millones de dólares en diques y obras de contención en el Río Grande (Santa Cruz) para evitar inundaciones.

En La Paz y El Alto, según informó, “ya contamos con diseños finales para mejorar las represas de Alto Hampaturi, Huayna Potosí y Peñas, y vamos a buscar unos 25 millones de dólares que se necesitan por años para consolidar esos proyectos”.

Detalles de la crisis

En octubre comenzó la sequía en el Chaco tarijeño y chuquisaqueño y en el altiplano.

Hasta el momento, Defensa Civil calcula en 8.500 las familias afectadas en el país.

Dos millones de cabezas de ganado vacuno, bovino y camélido corren riesgo en el occidente.

Cuatro departamentos han sido declarados en alerta naranja y dos en alerta amarilla.

En la primera categoría están Tarija, La Paz, Chuquisaca y Santa Cruz.

Y en el nivel más bajo de emergencia se encuentran Potosí y Oruro.

Una comisión de especialistas se reunirá hoy en La Paz para coordinar los operativos.

Se prevé llevar agua en tanques a bordo de aviones de la Fuerza Aérea.

Si la ayuda no llega de inmediato, pobladores del Chaco cortarán la carretera a Yacuiba.

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